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El embajador de Nicaragua

Francisco Guerrero Aguirre

Francisco Guerrero Aguirre

Punto de equilibrio

“Viví en el monstruo y le conozco las entrañas” es una frase del escritor y político cubano José Martí. Esta expresión cobra actualidad a la luz de la valiente acción del embajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields Yescas, quién el pasado 23 de marzo de 2022, durante la sesión ordinaria del Consejo Permanente de la OEA, denunció públicamente al régimen dictatorial de Ortega y Murillo del cual formó parte y sobre el cual conoce sus acciones y procedimientos antidemocráticos.

McFields empezó su intervención señalando que denunciar la dictadura de su país no era fácil, pero seguir guardando silencio y defender lo indefendible era ya imposible. El embajador presentó una detallada descripción del régimen dictatorial de Nicaragua, que desde 2018 ha acelerado el control monopólico del poder político; la cooptación de todos los poderes públicos; la consolidación del partido único; la realización de elecciones fraudulentas y el encarcelamiento de candidatos opositores.

Nicaragua es el único país de Centroamérica y Latinoamérica donde no hay periódicos impresos, no hay libertad de publicar un simple tuit de denuncia en las redes sociales, no hay organismos de derechos humanos. No hay partidos políticos independientes, no hay elecciones creíbles, no existe separación de poderes, sino sólo poderes fácticos. La diáspora y el exilio de miles sigue su marcha.

El retroceso democrático de Nicaragua se refleja en la consolidación de un régimen autoritario, como lo estableció el semanario The Economist, en su Índice de Democracia 2021, situándola en el puesto 140 entre 165 estados, por su pobre desempeño respecto al pluralismo político, débil institucionalidad, ausencia de elecciones libres y justas, desprecio y violaciones a la libertades civiles, censura sistemática y ausencia de un poder judicial independiente.

El embajador McFields en su intervención indicó: “Tomo la palabra en nombre de más de 177 presos políticos y más de 350 personas que han perdido la vida en mí país desde el año 2018”, y en su cuenta de Twitter expresó: “Me cansé de repetir mentiras y me cansé de creerlas. Los que están presos en El Chipote NO SON políticos presos, son presos políticos. No pueden ver a sus hijos, No reciben medicamentos, la luz del sol, no pueden tener una Biblia y #TODOSSONINOCENTES”.

 

BALANCE

Las acciones de la dictadura están agotando a sus propios personeros y colaboradores. El embajador manifestó: “Creo que la gente de adentro del gobierno y la gente de afuera está cansada, cansada de la dictadura y de sus acciones y cada vez más van a ser los que digan basta, porque la luz siempre puede más que las tinieblas, porque el amor es más fuerte que el odio, porque se puede engañar a la gente por un tiempo, pero no todo el tiempo, pero Dios a veces tarda, pero nunca olvida”.

En la sesión del Consejo Permanente, el embajador McFields recibió el apoyo y solidaridad de sus colegas. El secretario general de la OEA Luis Almagro manifestó: “Valoramos el coraje del embajador de Nicaragua y su compromiso con los valores de la OEA. Ésta es la posición éticamente correcta. Podrá contar con la organización para su protección”.

La decidida denuncia de McFields en contra del régimen opresor de Nicaragua merece la protección de su vida e integridad y la de su familia, por parte de todos los organismos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. No existe espacio para la duda, ni para el temor. Nos congratulamos de la valentía del embajador McFields, quien se decidió por la democracia, escogió enfrentar al monstruo antes que vivir en sus entrañas. Enhorabuena.

 

*Los puntos de vista son a título personal.

No representan la posición de la OEA

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