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Covid-19: el impacto en las mujeres

Francisco Guerrero Aguirre

Francisco Guerrero Aguirre

Punto de equilibrio

Casi un año después de que gobiernos de todo el mundo adoptaran, por primera vez, medidas de distanciamiento social y cuarentenas obligatorias, continuamos lidiando con los trágicos efectos de la pandemia. Se reportan más de 2.4 millones de víctimas fatales y cerca de 109 millones de personas infectadas desde el inicio de la emergencia sanitaria.

Uno de los impactos más significativos de covid-19 ha sido en el empleo, y uno de los grupos mayormente afectados ha sido el de las mujeres. Según información del Banco Mundial, el incremento de la participación laboral de las mujeres ha contribuido, desde 1990, a reducir los niveles de pobreza de manera importante. Sin embargo, de acuerdo con un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), la crisis ocasionada por la pandemia ha tenido un efecto demoledor en la ocupación y en las condiciones laborales de las mujeres en la región.

La participación femenina en el mercado laboral cayó a 46%, después de haberse situado en 52% en 2019; mientras que para los hombres la participación laboral descendió al 69% en 2020 frente al 73.6% en el año anterior.

Si bien durante la última década se habían registrado históricos avances con relación a la participación laboral femenina, las mujeres continúan enfrentando una serie de obstáculos para lograr la participación igualitaria, como la brecha salarial, la falta de acceso a servicios financieros y oportunidades de crédito y la carga laboral que representa el trabajo doméstico y de cuidados.

Debido a la emergencia sanitaria, se han incrementado de manera notable las labores de cuidado y limpieza que tradicionalmente han sido asumidas, en su mayoría, por mujeres y usualmente no son retribuidas económicamente. Así mismo, los efectos económicos de la crisis también han deteriorado sus condiciones socioeconómicas. Las mujeres representan una gran proporción de la economía informal, sector profundamente afectado por la pandemia.

La consecuente caída del Producto Interno Bruto (PIB) regional (-7% en 2020) ha generado efectos funestos en el empleo femenino. Según estimaciones de la CEPAL, cerca de 118 millones de mujeres en América Latina se encontrarían en situación de pobreza, lo que representa 19.5 por ciento más que en 2019.

Una reciente publicación de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la OEA, titulada Covid-19 en la vida de las mujeres: los cuidados como inversión, destaca que el asunto de los cuidados ya constituía uno de los principales obstáculos para “la participación igualitaria de las mujeres en la economía y al logro de la igualdad de género dentro de las familias y en la sociedad”.

Debido a los efectos de la pandemia, una de cada cuatro mujeres en puestos de alto nivel está pensando en reducir sus responsabilidades laborales, tomar una licencia o dejar la fuerza laboral por completo.

Cuando las mujeres trabajan, contribuyen a mejorar las condiciones de vida de sus familias al invertir en la educación, la salud y la nutrición de sus hijos. De la misma manera, gobiernos que invierten en entornos de trabajo favorables a las mujeres, infraestructura y servicios comunitarios, obtienen una ventaja competitiva significativa y un crecimiento económico sostenible.

 

 

 balance

Estudios del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y de la Organización de las Naciones Unidas han revelado que aquellos países que incorporan al mercado laboral a las mujeres en condiciones más equitativas son más competitivos, más igualitarios y, por supuesto, más democráticos.

Invertir en recuperar y avanzar en la participación femenina en el mercado laboral significa la reducción de los niveles de pobreza e incremento en el bienestar general de la sociedad. En muchas naciones, más de la mitad del electorado está integrado por mujeres. Por ello, es crucial que gobiernos, partidos políticos y el sector empresarial reconozcan la importancia del empleo femenino y el aporte fundamental de las mujeres a la economía y al desarrollo integral.

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