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Las mujeres y la política en México

Columnista Invitado Nacional

Columnista Invitado Nacional

Por Azul Etcheverry Aranda

Las cifras son claras, de 193 países en el mundo, sólo 10 están gobernados por mujeres. Resulta curioso a estas alturas que, habiendo una población de mujeres alrededor del 49.6%, sean tan pocas sus representantes. ¿Falta de oportunidades en los esquemas políticos? ¿Nosotras mismas no confiamos en las mujeres para gobernar? ¿No le interesa la política a las mujeres? Al menos en México, en las elecciones del año pasado, las mujeres participaron más que los hombres, 66% de nosotras salimos a votar mientras que ellos únicamente 58 por ciento.

Seamos sinceros, en lo que respecta a paridad de género falta muchísimo camino por recorrer. Si dejamos de lado las cámaras de representantes, basta con ver el ejemplo de los gobiernos locales, donde por cada mujer al frente de una alcaldía, hay cinco hombres. De los dos mil 400 municipios que existen en el país, solamente 545 son dirigidos por mujeres. Volvemos a la pregunta, ¿cuál paridad? Es bien sabido que a las mujeres, en su mayoría, se les dan candidaturas perdidas, pero bueno, ése es otro tema.

¿Falta de confianza del votante hacia la mujer? Tal vez antes. Durante 65 años de presidentes hombres, han existido seis candidatas al máximo cargo público en el país. Pasando por Rosario Ibarra de Piedra, Cecilia Soto González, Marcela Lombardo Otero y Patricia Mercado Castro, ninguna mujer había contado con el respaldo de un partido político de peso hasta que, Josefina Vázquez Mota, lograra la candidatura en 2012 y respondiera con 25.41% de los votos a nivel nacional. Lo anterior es muestra de que las y los mexicanos están dispuestos a votar por la mujer.

¿Falta de interés en participar? Si analizamos desde el ámbito local, por ejemplo, 43% de los municipios han tenido por lo menos una mujer como presidenta, por lo que se infiere que, en cada comunidad, existen mujeres dispuestas a participar y lograr un cambio para su gente. Afortunadamente, tan sólo desde 2015, se ha duplicado el número de alcaldesas electas, sin embargo, como mencionamos antes, existe todavía un margen enorme respecto a los hombres.

La participación de la mujer en la política avanza lento, pero avanza. Hay que dejar de mandarlas a candidaturas con bajas posibilidades, hay que respetar reglas de paridad y regular las reelecciones que se contraponen a ellas, hay que dejar la presión política para que abandonen cargos, pero, sobre todo, hay que confiar nosotras mismas en la mujer para ocupar cargos. ¡Más de la mitad de las que votamos somos mujeres!

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