En camino hacia uno de los acuerdos multilaterales clave para acabar con la contaminación por plásticos

Peter Grohmann* La contaminación plástica es un problema global que requiere atención urgente. Sus consecuencias son catastróficas para la salud humana y los ecosistemas. Para nadie es sorpresa que los microplásticos invaden los alimentos que consumimos o que cada ...

Peter Grohmann*

La contaminación plástica es un problema global que requiere atención urgente. Sus consecuencias son catastróficas para la salud humana y los ecosistemas.

Para nadie es sorpresa que los microplásticos invaden los alimentos que consumimos o que cada minuto se vierte en nuestro océano el equivalente a un camión de basura de plástico. Además, dado que el plástico se obtiene a partir de combustibles fósiles, ello agrava aún más la crisis climática.

Estudios del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) han demostrado que el problema de la contaminación por plásticos no se produce de forma aislada. Los riesgos ambientales, sociales, económicos y sanitarios ocasionados por su uso deben evaluarse junto con otros factores de estrés ambiental como el cambio climático, la degradación de los ecosistemas y el uso de los recursos.

Hay esfuerzos clave en el país que apuntan en esa dirección.  Gracias a un esfuerzo colaborativo entre el gobierno federal, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el PNUMA y la Universidad Autónoma Metropolitana, México cuenta con el Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica, el cual proporcionó información científica para el diseño del Plan Nacional de Acción sobre Residuos Marinos y Contaminación Plástica, éste último en proceso de ser concluido. El Inventario identificó puntos críticos como los tipos de plástico más encontrados en las playas.

Desde 2017, la Campaña Global Mares Limpios lanzada por el PNUMA ha contribuido a crear conciencia y entendimiento de los puntos críticos del consumo insostenible con el fin de reducir los plásticos innecesarios, evitables y problemáticos y proteger nuestros lagos, ríos, mares y ecosistemas. Actualmente, se encuentran adheridos 15 Estados, 33 municipios y 25 organizaciones de la sociedad civil, sector privado y academia.

Para redoblar estos esfuerzos, la Fundación Ellen MacArthur y el PNUMA promueven también los Compromisos Globales por la Nueva Economía del Plástico, los cuales unen a empresas, gobiernos y organizaciones para construir una economía circular en la que el plástico nunca se convierta en residuo o contaminación. Esta iniciativa suma ya a más de mil signatarios alrededor del mundo. En México, se han adherido la Ciudad de México, el Estado de México y Quintana Roo, así como los municipios de San Miguel de Allende y Toluca.

A nivel global, destaca la resolución histórica, aprobada por 175 países en marzo de 2022. Tiene como objetivo iniciar negociaciones para forjar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para finales de 2024, el cual permitirá comprometer acciones concretas de parte de los países hacia un mundo sin contaminación plástica. El acuerdo reflejará alternativas para abordar el ciclo de vida completo de los plásticos, el diseño de productos y materiales reutilizables y reciclables, así como la necesidad de mejorar la colaboración internacional para facilitar el acceso a la tecnología y la cooperación científica y técnica.

México trabaja hacia ese fin. La Secretaría de Relaciones Exteriores lideró diálogos con la participación de la Semarnat, sociedad civil, gobiernos locales, sector privado y academia, para abordar preocupaciones, retos y soluciones locales.

En ese sentido, la ONU México acompañó seis de estos diálogos, en los que participaron más de 460 personas, más de la mitad mujeres, con temáticas asociadas a los retos de la contaminación por basura plástica en México.

Los diálogos conformaron un rico intercambio que sirvió para nutrir la participación de México en el encuentro realizado a principios de junio en París para el desarrollo del primer borrador global del acuerdo internacional.

Asimismo, destacó las acciones que diversos sectores de la sociedad mexicana llevan a cabo para generar respuestas a esta problemática. Éstas incluyen el reforzamiento de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, prohibiciones locales de plásticos de un solo uso, políticas, programas y campañas de reciclaje, así como la innovación de productos que priorizan la reutilización, entre otras.

Hoy estamos más cerca de lograr uno de los acuerdos multilaterales ambientales más importantes desde la firma del Acuerdo de París, pero necesitamos un gran esfuerzo colaborativo para resolver este problema de manera urgente. Según el reciente informe del PNUMA: Cerrar el grifo: cómo el mundo puede poner fin a la contaminación por plásticos y crear una economía circular, si actuamos ahora, podríamos reducir la contaminación por plástico en 80% para 2040, adoptando medidas prácticas e inmediatas de reutilización, reciclaje, reorientación y diversificación a fin de abandonar el uso de plásticos. Si no actuamos de manera urgente, plural y participativa, la producción de plástico se triplicará de aquí al año 2060.

Aprovechemos esta oportunidad histórica para encausar al país en una trayectoria que ponga a México a la vanguardia de las soluciones y contribuyamos a forjar un futuro más limpio, saludable y sostenible.

*Coordinador Residente de la ONU en México

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