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Marea verde

Clara Scherer

Clara Scherer

 

No la de fervientes apoyadores del equipo de futbol nacional. La marea verde que, contra vientos y tempestades, alumbra la esperanza de millones de mujeres en México y Latinoamérica. Esa marea verde, que, con sororidad, se suma a la lucha en contra de todas las violencias que se nos inflingen. Este viernes 25 se conmemora esa lucha, recordando la trágica muerte de las hermanas Mirabal por órdenes de un déspota nada ilustrado.

La violencia en contra de las mexicanas no cesa. La marcha tendrá menor convocatoria, pues la “guerra de marchas” está a todo lo que da. Qué pena tan grande que una causa en favor de la dignidad de las mujeres sea rehén de las bajas pasiones. El poder, ése que se da “de a gratis” a los hombres por el mero hecho de serlo, debería ya cambiar. Pero, imposible ante el panorama actual. El patriarca tendrá su desfile de desagravio. Las mujeres, una soledad poco acompañada.

 

A pesar de leyes, decretos y condenas, la violencia en contra de nosotras crece. Niñas y mujeres viven con temor a todo tipo de criminales. Desde los que han encontrado jugoso negocio en “la trata” hasta aquellos que se rehúsan a lavar platos, porque eso significa tremenda ofensa a su dignidad. Pero, ese “ofendido” es incapaz de decir no al poder de un mastodonte Trump que lo tacha de cobarde. Así son.

José M. Rivarola: “La violencia es siempre una manifestación de poder, aunque la más rudimentaria, por tanto, la más generalizada, aun cuando muchas veces pase por la desesperación y el miedo. Pero, en cualquier caso, es un miedo ofensivo, no aquel que se rinde y se suplica”. Ese miedo ofensivo hace daño a hijas, esposas, madres. No importa.

A. Giddens: “El impulso a subordinar y humillar a las mujeres (...) forma parte probablemente de un aspecto genérico de la psicología masculina”. Seguro sí, porque siempre es más fácil ser violento cuando se está protegido por una sociedad patriarcal. Pero, además, tan simple como asumir que es “parte de un aspecto genérico de la psicología masculina” y no, confrontarse a sus miedos.

Giddens: “En otras palabras, una gran cantidad de la violencia sexual masculina deriva ahora de la inseguridad y de la inadaptación, más que de la perpetuación del dominio patriarcal. La violencia es una reacción destructiva a la mengua de la complicidad femenina”. Afortunadamente, hemos caído en cuenta que defender a los hombres nos deja en una situación de mayor precariedad. Ellos no nos defenderán y cualquiera puede hacernos daño con impunidad. Por eso, las redes femeninas protectoras.

En el Mundial de Futbol, llama la atención la revuelta de las mujeres iraníes por la violencia de la “policía de la moral”. La joven Mahsa Amini (22 años) falleció bajo su custodia tras ser detenida por llevar mal colocado un dichoso velo. Las iraníes han levantado la voz y las fuerzas del ayatola no han podido controlar las manifestaciones de las y los jóvenes.

En Twitter, la defensora de derechos de las mujeres Negin Shiraghaei pidió a los espectadores cantar el nombre de Masha Amini en el minuto de 22 de cada partido disputado por Irán en Qatar, en referencia a su edad y para “recordar al mundo lo que pasa en Irán”.

La selección de Irán no cantó el himno en protesta por Masha Amini. Los aficionados iraníes llevan carteles con el lema: “Mujer. Vida. Libertad”. Zan, Zindagi, Azadi”, canto de las protestas en Irán. Sardar Azmoun manifestó públicamente su apoyo a Mahsa y provocó un terremoto. El gobierno intentó en vano, sacarlo del mundial. Desafió al gobierno y ganó.

En México, en 2021 fueron asesinadas 11 mujeres cada día. Es decir, cada 2 horas una mujer es asesinada. Gritemos, hagamos redes, exijamos nuestro derecho a una vida sin violencia. Tenemos la fuerza moral.

(https://politica.expansion.mx/voces/2022/11/11/cruda-realidad-feminicidi...).

 

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