El año que deberá ser ciudadano

La carnicería por la candidatura presidencial tanto del movimiento –que no partido– en el poder se anunció a mediados del año pasado y se han dado con todo lo que tienen a la mano, desde el periódico hasta el costal de las injurias, no hay razón para pensar que eso va a cesar sino que por el contrario se incrementará

Querido y atento lector, aún estoy a tiempo para desearte un feliz año, que encuentres las lecturas que te liberen, el libro que te espera, las letras que te animen y te permitan soñar y vivir más cómodo en tu piel; en el año que nos aguarda, como en los anteriores, el arte, la belleza y la cultura serán definitivos para mantener la salud mental.

De niño, cuando sólo había en México televisión abierta, cada televisora tenía a la mano su vidente, hoy, las redes sociales le comieron el mandado y para los aficionados a la buena ventura existen profetas para todos los gusto porque, verá usted, el pasado no es como sucedió sino como lo recordamos y lo contamos –según el principio de García Márquez–, pero el futuro no sólo es como se presentará de acuerdo con nuestras decisiones, sino que interviene el misterioso mecanismo del destino, como llamamos a la multiplicidad casi caótica de causas que caminan al mismo tiempo; poco podemos decir del mañana que no será como lo deseamos, pero que podemos imaginar en la manera en que podrá presentarse.

El año que arranca no será diferente de los anteriores, guardará parecido, la pandemia seguirá para transfomarse en un estatus sanitario permanente; las prácticas de lo digital se habrán quedado –ahora mismo escucho que ante el avance del ómicron las escuelas volverán a formatos en línea–, los negocios y empleos desde casa se mantendrán porque han demostrado capacidad de ahorro logístico, de mantenimiento, energía y comunicaciones.

Mire usted, la carnicería por la candidatura presidencial tanto del movimiento –que no partido– en el poder se anunció a mediados del año pasado y se han dado con todo lo que tienen a la mano, desde el periódico hasta el costal de las injurias, no hay razón para pensar que eso va a cesar sino que por el contrario se incrementará, la primera etapa de la selección del líder máximo dará cuenta de otros procesos de elección y nos veremos en un ambiente muy similar al del antiguo priismo setentero en el que el tapado, redivivo, remasterizado y modernizado, hará su presencia sempiterna. Los ciudadanos poco o nada tendremos que ver en esos procesos salvo que la oposición, si persiste en su alianza que se ha confirmado como su tabla de salvación, a veces me hace recordar la pintura de la balsa que llevaba a los náufragos de la Medusa, de Géricault, en el que los vapuleados sobrevivientes a flote se devoran unos a otros con desesperación; tal vez ahí los ciudadanos pintemos algo pero la verdad es que parece que repetirán las fórmulas cupulares que antes les dieron tanto éxito pero que hoy, ya se ve, están lejos de ser efectivas.

Pero, siempre hay un prietito en el arroz de los planes políticos, los ciudadanos daremos la nota y la diferencia. Hoy se habla de la desaparición del INALI, el instituto de las lenguas indígenas, algo que asombra porque esos idiomas habían sido el primer caballito de batalla del sector cultural, lo cual confirma que no tenemos algo que se le parezca; el problema del CIDE acumula semanas sin resolverse, al Conacyt se le pasaron las fechas para renovar la plantilla de investigadores y el INE resiste contra todo pronóstico; en todo ello es donde los ciudadanos tenemos mucho que hacer; en comprender que la consulta para la “ratificación”, no existe ni en la Constitución ni en la imaginación política, el presidente fue electo por seis años y la naturaleza de la revocación estriba en que si el 40% del electorado decide removerlo de manera anticipada pueda hacerlo, la auténtica ratificación es la elección intermedia en la que ya se vieron los resultados; cada ciudadano sabrá si participa del truco o se abstiene de emitir su juicio.

Poco a poco el tiempo va dándonos la razón a quienes hemos supuesto que las organizaciones civiles y ciudadanas están cumpliendo su tarea, silenciosa, lenta y definitiva, de  ellas, de nosotros será el mañana. Mientras tanto, sé feliz, que goces de salud y que el viento no te derribe, sino te empuje a cielos más claros.

  • @cesarbc70

Temas: