Sin maquillaje / arlamont@msn.com.mx / 22 de octubre de 2025

OTRA DE CHINOS ¿Me puede decir algo más acerca de que ahora nosotros les aplicamos aranceles a los chinos, cómo anda esto? R. Así es, México impuso aranceles significativos a más de mil 300 categorías de productos chinos, incluyendo textiles, acero, autopartes, ...

OTRA DE CHINOS

¿Me puede decir algo más acerca de que ahora nosotros les aplicamos aranceles a los chinos, cómo anda esto?

R. Así es, México impuso aranceles significativos a más de mil 300 categorías de productos chinos, incluyendo textiles, acero, autopartes, juguetes, calzado y electrónicos con tarifas de 10 a 50 por ciento.

Como en EU, se dice que estas medidas buscan proteger a industrias mexicanas de productos importados mucho más baratos. El gobierno mexicano afirma que el objetivo es reducir la dependencia de importaciones y defender productores nacionales, especialmente en automotriz y acero. Estados Unidos presionó a México por productos chinos que se desvían hacia su mercado para evadir aranceles estadunidenses.

China lanzó una investigación amplia contra estos aranceles incluyendo una pesquisa antidumping y advierte que dañan comercio e inversión. Los aranceles encarecerán productos chinos para consumidores mexicanos y podrían afectar cadenas productivas que dependen de insumos chinos. México busca proteger su industria, pero esto puede aumentar precios y tensar relaciones comerciales. Estos aranceles entraron en vigor el 4 de marzo de 2025 a las doce de la noche hora estándar del Este.

Y la pregunta obvia: ¿por qué hasta ahora se toman estas medidas, como si apenas nos acabáramos de enterar: medida económica o principalmente política?

¿NO QUE NO?

Ni a cuál irle, ¿no? Primero con que las vacunas causan el autismo y ahora el de allá, en EU, sale con que Tylenol causa el autismo, ¿de dónde y por qué?

R. Un buen título para una columna de tipo editorial sería: “Tylenol y autismo: cuando la política receta miedo”. Le comparto que, para algunos en un giro inesperado, el presidente Trump declaró que las mujeres embarazadas deberían “luchar con todo” para evitar tomar Tylenol, insinuando un vínculo con el autismo. Lo hizo junto al secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., en el marco de una campaña federal para investigar las causas del trastorno.

Pero no hay evidencia científica que respalde tal afirmación. Las principales asociaciones médicas, como el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, siguen considerando que el acetaminofén es seguro durante el embarazo. De hecho, evitarlo podría exponer a la madre y al feto a los riesgos reales de una fiebre no tratada.

Algunos estudios han explorado posibles asociaciones entre el uso prenatal de Tylenol y trastornos del neurodesarrollo, pero los resultados son preliminares y no concluyentes. Lo que sí es concluyente es el impacto de declaraciones presidenciales sin sustento: confusión pública, miedo innecesario y desconfianza hacia la medicina basada en evidencia.

Este episodio no es sólo una controversia médica. Es un recordatorio de que la salud pública no puede depender de intuiciones personales ni de gestos políticos. Necesitamos líderes que consulten a expertos, no que improvisen desde el podio.

Porque cuando la ciencia se politiza, los cuerpos —y las decisiones médicas— pagan el precio.

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