Sin maquillaje/ arlamont@msn.com/ 25 de octubre de 2025
SIN TRADUCCIÓNDon Alfredo, ¿me puede dar algunas palabras que usemos en México y que no tienen traducción? R. Con gusto le comparto algunas de las más comunes y corrientes: * Güey. No es “dude”, no es “bro”, no es “idiot”. Es todo eso y más. Se usa ...
- SIN TRADUCCIÓN
Don Alfredo, ¿me puede dar algunas palabras que usemos en México y que no tienen traducción?
R. Con gusto le comparto algunas de las más comunes y corrientes:
* Güey. No es “dude”, no es “bro”, no es “idiot”. Es todo eso y más. Se usa para saludar, insultar, abrazar o ignorar. Si no sabe cuándo decirlo, mejor no lo diga. Pero si lo sabe, ya es parte del club.
* Chido/Padre. No es “cool”. Es mejor. Es el elogio que se le da a una película, a una torta, a un meme o a una idea brillante. “Está chido” es el equivalente emocional de una ovación de pie en chanclas.
* Ahorita. La palabra más peligrosa del idioma. Puede significar “ya voy”, “en una hora”, “mañana” o “nunca”. Si alguien le dice “ahorita”, siéntate. Tal vez le toque esperar hasta el próximo sexenio.
* Desmadre. No es sólo caos. Es caos con sabor. Puede ser una fiesta, una tragedia, una junta de vecinos o una cena familiar. “Fue un desmadre” no necesita explicación. Se siente en el alma.
* Órale. Es como un botón emocional. Se usa para decir “wow”, “ándale”, “sí”, “no”, “ya”, “dale” y “no inventes”. Si lo pronuncia bien, puede sobrevivir cualquier conversación en la Ciudad de México.
* Mande. No es “what”. Es una reverencia disfrazada de cortesía. Se dice cuando alguien lo llama, aunque ya no sea súbdito de nadie. Algunos lo odian, otros lo veneran. Pero todos lo dicen.
* Te cayó el veinte. No es “you got it”. Es más elegante. Es el momento en que entiende algo que debió haber entendido hace tres semanas. Es el sonido mental de una moneda cayendo en un teléfono público que ya no existe.
- MASTICAR
En realidad ¿cuánto debemos masticar los alimentos y por qué?
R. La mayoría de los expertos coinciden en que masticar bien los alimentos antes de tragarlos es importante para una buena digestión y salud. Al masticar, la comida se descompone en partículas más pequeñas, facilitando la absorción de nutrientes en el intestino. Además, masticar bien regula la cantidad de comida que se consume, ayuda a controlar el peso y permite disfrutar más los sabores.
El número de veces que se debe masticar depende del tipo de alimento. En general, se recomienda masticar cada bocado hasta perder la textura original y que sea fácil de tragar. Los alimentos duros como carne y frutos secos requieren entre 30 y 40 masticaciones, mientras que los blandos pueden necesitar apenas 10 o 15.
Los especialistas sugieren tomar bocados pequeños, comer despacio y prestar atención al acto de masticar, evitando distracciones y sobrecargar el tenedor. Es aconsejable esperar a haber tragado completamente antes de llevar otro bocado a la boca.
No masticar bien puede provocar molestias digestivas y aumentar el riesgo de atragantamiento. También puede dificultar sentir saciedad, lo que lleva a comer más de lo necesario.
Por último, adoptar el hábito de masticar consciente fortalece la musculatura facial y mejora la experiencia al comer. Aunque cambiar costumbres requiere práctica, los beneficios se reflejan en la salud y el bienestar general.
