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Recorre fantasma bejaranista Donceles

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Quien haya leído las señales de rompimiento al interior de la fracción morena en Donceles no anda tan perdido, y la mayoría apunta a que quien intenta armar el alboroto es el casi fantasma René Bejarano.

El viejo profesor busca aprovechar algunas inconformidades internas para organizar una revuelta y posicionarse ante la futura jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo, quien ha mostrado poca pericia en las lides de la grilla tribal.

La rebelión que tres de sus diputados encabezaron para acaparar las comisiones VIP del Congreso de la capital se originó por una inconformidad del exdelegado en Tláhuac, Rigoberto Salgado, quien aún no digiere que le hayan impedido poner a su sucesor.

Dicen que el exdelegado se sintió maltratado por Sheinbaum y por esa razón decidió hacer equipo con sus colegas José Luis Rodríguez y Eduardo Santillán —vicecoordinador moreno— para agandallar posiciones.

Como Santillán fue identificado desde siempre como bejaranista, y el de las ligas tiene nexos con algunos otros diputados hoy pejistas, más de uno sospecha que los alumnos del profesor están aplicando el ABC de la grilla para controlar la bancada… y el Congreso.

Y como Lety Quezada, otra de las antiguas aliadas de Bejarano, está en desgracia, pero tiene ascendencia sobre el diputado Rodríguez y Arturo Medina, próximo subsecretario de Gobierno de Sheinbaum, a lo mejor ya pactaron en lo oscurito.

Otros piensan que si bien es cierto que se ve con claridad que algunos diputados morenos están aplicando las mañas que perfeccionaron como perredistas, tampoco descartan que alguien esté tratando de establecer un control paralelo desde El Zócalo.

Que una pieza de la absoluta confianza de la próxima jefa de Gobierno esté armando su propio tablero para asegurar las comisiones que le darían gobernabilidad absoluta a Claudia, porque no confían en que la diputación morena vaya a ser tan disciplinada.

Cualquiera de las hipótesis que se plantee apunta a que hay un gran interés en tomar la operación política que deberían hacer los comisionados pejistas en Donceles, empezando por tener un control paralelo de la bancada.

Lo que pintaba como el escenario soñado para hacer y deshacer lo que les viniera en gana en la CDMX, se está convirtiendo en un problema para los morenos, pues no hay una línea clara y eso los están aprovechando algunos para dividir.

Y es que lo primero que debe asegurar un partido mayoritario es el control de su propia bancada, aunque al paso que van los grupos pejistas, van a acabar negociando con las pequeñas fracciones de oposición para sacar sus temas.

Esa guerra intestina que está germinando entre los morenos es una excelente oportunidad para que la chiquillada se cotice.

CENTAVITOS… Vaya forma de estrenar la Constitución local, violando los derechos más elementales de la diputada priista Sandra Esther Vaca, a quien un grupo de personas señaló como “enganchadora” de mujeres para el exlíder local del PRI, Cuauhtémoc Gutiérrez, por eso le quitaron la presidencia de la Comisión de Atención a la Niñez. En primer lugar, Cuauhtémoc fue exonerado de toda acusación al respecto; en segundo lugar, Sandra jamás enfrentó proceso alguno, es más, ni siquiera fue demandada, y en tercer lugar, qué mal se vio el propio PRI al aceptar removerla si ellos mismos dicen que no debe nada. Porque si por dichos fuera, más de la mitad de los diputados locales tendrían que ser removidos.

 

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