Zacatecas: las otras crisis

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda, 2020, en Zacatecas había en ese año un millón 622 mil 138 habitantes, de los cuales 51.2% eran mujeres y 48.8%, hombres. Su municipio más poblado es Fresnillo, con 240 mil 532 personas, lo cual contrasta con el municipio de Susticacán, el menos poblado de la entidad, con sólo mil 365 habitantes.

En los últimos años Zacatecas ha enfrentado una escalada inédita de violencia que lo ha colocado en 2022 como la tercera entidad con más alta tasa de homicidios, con 57.9 defunciones por cada 100 mil habitantes. La gran mayoría de las víctimas se han registrado en tres municipios: Guadalupe, Zacatecas y Fresnillo.

La hipótesis que articula la estrategia del gobierno de la República es que la pobreza y la marginación son los principales detonantes de la violencia homicida y la presencia del narcotráfico, sin embargo, al igual que en el caso de Sinaloa, los municipios donde se han registrado los más altos indicadores de violencia armada, son al mismo tiempo aquellos donde hay más avances en la reducción de la pobreza.

El contexto de la pobreza estatal

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el año 2018 el 49.2% de la población estatal estaba en condiciones de pobreza multidimensional; indicador que se redujo a 45.8% en el año 2020. De este último dato, 41.8% estaba en pobreza moderada, y 3.9% en pobreza extrema.

Destaca en ese sentido que el porcentaje de personas en rezago educativo sí tuvo un incremento, al pasar de 20.8% a 21.9%; la carencia por acceso a servicios de salud creció de 11.7% a 23.8%. En los otros indicadores de carencia las mejoras fueron apenas significativas.

Estos datos muestran que en general, se redujo la pobreza en la entidad, pues hubo un incremento relevante en los ingresos de las personas, pero la vulnerabilidad social no se redujo de manera significativa.

Los municipios más violentos no son los más pobres

Los datos del Coneval muestran que en Fresnillo, el municipio más poblado de la entidad, la población creció un 5.6% entre los años 2010 y 2020. En ese periodo se registra igualmente una importante reducción de los indicadores de pobreza pues en el 2010, el porcentaje de personas pobres fue de 58.2%; en 2015 bajó a 46.3%, mientras que en 2020 llegó a 40.1% de la población. Es decir, en una década, se logró una reducción de 18 puntos porcentuales en el indicador.

En tanto, el municipio de Guadalupe tuvo un incremento demográfico muy relevante pues creció, entre el 2010 y el 2020 en el orden de 35.8%, lo que significa una suma de poco más de 55 mil habitantes en sólo 10 años.

Al igual que en Fresnillo, la disminución de la pobreza en Guadalupe es muy significativa, al haber pasado de 39.1% en el 2010, a 28.6% en el 2015 y a 23.9% en 2020, es decir, una disminución de 15.2 puntos porcentuales.

Finalmente, en el municipio de Zacatecas el incremento demográfico fue de 9.4% en el periodo señalado. Y a la par, también se registra un importante incremento de la pobreza: de 31.2% en 2010 a 25.9% en el 2015 y a 23.4% en 2020.

Tal parece que el narco, y en general el crimen organizado, no sigue a los pobres, sino a los territorios con importante crecimiento económico.

Baja la pobreza, pero sube la violencia

De acuerdo con los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Zacatecas registró en 2022 la tercera mayor tasa de homicidios intencionales. Si se compara con el dato de 2015, el incremento fue de 17.2 víctimas por cada 100 mil personas, a 79.1 en 2022.

Esto va en sentido contrario con el comportamiento de la pobreza la cual tuvo una reducción relevante, tanto a nivel estatal, como en los municipios más poblados del estado, ratificándose la paradoja de tener mejores indicadores sociales, simultáneamente con peores indicadores de criminalidad y violencia.

Municipios paradójicos

De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), en 2022, el 90% de las y los habitantes de Zacatecas declaró sentirse inseguros en su ciudad. Por su parte, en Fresnillo el indicador es cercano a 98 por ciento. Como se observa, estos datos son totalmente contrarios con la tendencia de disminución de las condiciones de pobreza en los tres municipios, pero también en la reducción del rezago educativo; es decir, se registra un mayor bienestar, más educación, pero más violencia, situación que permite poner en tensión los supuestos fundamentales de las estrategias de seguridad implementadas en las últimas dos décadas.

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