Relevo de Bachelet busca liderar la defensa global por derechos humanos

En su primer día de clases, la maestra lo puso en la parte trasera del salón.

No creían en él, no le veían futuro. El médico que lo diagnosticó con atrofia medular espinal —una condición degenerativa letal que afecta el sistema nervioso— le dio sólo cinco años de vida.

Hoy, Eddie Ndopu tiene 31 años, es activista, asesor del secretario general de la ONU y es uno de los candidatos a sustituir a Michelle Bachelet, quien ayer dejó el cargo de alta comisionada para la defensa de los Derechos Humanos.

Eddie Ndopu es un chico negro, gay y en silla de ruedas por su discapacidad motriz. Es uno de los 17 defensores de los Objetivos globales del Desarrollo Sustentable y un defensor mundial de los derechos humanos.

Además, es un activista cuya primera causa fue luchar por el respeto de sus propios derechos:

Mi experiencia como activista por los derechos humanos comenzó cuando tenía seis años. Con lágrimas le dije a mi madre: ‘Quiero ir a la escuela’. (...)

Encontró una escuela dispuesta a aceptarme. En mi primer día de clases, me pusieron en la parte de atrás del aula. Era evidente que esperaban poco de mí.

Sorprendí a la profesora al escribir mi nombre solo, algo que la mayoría de mis compañeros no podía hacer. Una sonrisa se dibujó en su rostro al ver que podía aprender tanto o más rápido que los demás”, comentó Ndopu, quien nació y vivió los primeros 9 años en Namibia, Sudáfrica.

De acuerdo con la ONU, EDDIE NDOPU, un joven de raza negra, homosexual y que usa silla de ruedas, busca “empujar los límites de lo posible” en ese país entre 90% y 98% de los menores con discapacidad en esa región carecen de la oportunidad de asistir a la escuela.

Cuando era joven, Ndopu quiso ser artista. Es creativo, pero la naturaleza degenerativa de su discapacidad le impide pintar o dibujar; sin embargo, usa su talento visionario para diseñar un mundo que tome en cuenta a cada ser viviente.

“Otra palabra para activismo es imaginación... poder vislumbrar un mundo que aún no existe”, afirma.

Quiere ser el alto comisionado de la Organización para los Derechos Humanos porque su trabajo será identificar y exponer incansablemente las violaciones de los derechos y comprometerse con los defensores de la sociedad civil para hacer que el trabajo de la ONU sea más participativo y más relevante para impulsar el cambio.

Si la ONU aprueba la elección de Ndopu, estaría eligiendo al funcionario civil internacional de más alto rango con discapacidad desde la fundación del organismo.

Además, representaría una victoria histórica para los mil 300 millones de personas con discapacidad que, según datos de la organización, conforman el grupo minoritario más numeroso del planeta.

SEÑALA TAREAS PENDIENTES

La alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, terminó ayer su mandato de cuatro años sin que la ONU tenga todavía decidido un nombre para sucederla en su cargo en la ACNUDH.

El trabajo de Bachelet lo asumirá interinamente desde hoy su adjunta, la jordana Nada Al-Nashif.

Queda mucho por hacer y probablemente mucho que no logramos terminar”, dijo Bachelet en su mensaje de despedida al frente de una oficina que enfrenta varios casos de violaciones a derechos humanos en diversos países.

Justamente ayer, su oficina publicó un duro informe sobre los graves abusos de derechos humanos en la región china de Xinjiang, en el cual advirtió de posibles “crímenes contra la humanidad” y denuncias creíbles de torturas, principalmente contra uigures y miembros de otros grupos mayoritariamente musulmanes.

— AFP

cva

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