Revelan sinfonías y poemas de Álvaro Carrillo en la FILPM

El compositor mexicano Álvaro Carrillo (1919-1969), conocido por escribir canciones de dominio público como Sabor a mí, El andariego y Pinotepa, también dejó una serie de poemas y dos sinfonías que han permanecido ocultas y que serán estrenadas este año con la Orquesta Sinfónica de Oaxaca (OSO).

Además, aseguró que el nombre del compositor –que escribió más de 300 canciones y que es la cara cultural más conocida de los pueblos afrodescendientes, pues siempre se consideró El negro de la Costa– será inscrito con letras de oro, en el muro de honor del Congreso del Estado de Oaxaca, al lado de Benito Juárez y Porfirio Díaz.

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Así lo reveló a Excélsior Mario A. Carrillo, hijo del creador que ayer presentó, en el marco de la 46 Feria Internacional del Libro de Minería, la primera biografía dedicada a su padre, intitulada Álvaro Carrillo. El centenario, con fotografías poco conocidas y la letra de dos canciones inéditas: El cuervo y Carioca.

TÍTULO: Álvaro Carrillo. El centenario

AUTOR: Mario A. Carrillo.

EDITORIAL: Chapingo Fundación, México, 2024; 118 pp.

¿Podría hablar sobre las dos sinfonías que escribió su padre? “Estamos a punto de estrenarlas con la Sinfónica de Oaxaca (OSO), éstas llevan por título Noches de París y Navidad en París, y están inspiradas en la obra de Hans Christian Andersen. También escribió un vals (Vals Lulú), que dedicó a una quinceañera (en Oaxaca), Así que aún hay cosas interesantes de él a nivel musical”, expresó.

SOBRE LA POESÍA QUE DEJÓ ÁLVARO CARRILLO

¿Qué tanta poesía dejó su padre? “Dejó unos pocos poemas, al menos tres, aunque, por supuesto, hay mucho que decir de Álvaro Carrillo. Éstos vendrán en el siguiente libro que publicaremos, pero lo haremos poco a poco para que no se vea como que (los hijos) lo queremos sobreexplotar, porque él no se merece eso, sino que la gente sienta que es de ellos y no de sus hijos”.

¿Cuándo publicará el segundo libro sobre su padre? “El libro se titulará Un humilde cancionero e incluirá anécdotas de mi padre. Por ejemplo, aquel relato que dio origen a la canción Sabor a mí.

Mi papá y mi mamá se conocieron en abril de 1957, época en que los hombres tomaban mucho. Ella era poeta y no tomaba nada. Pero cuando él empezaba a tomar, le daba un trago a su whisky y le depositaba un beso a mi mamá, y así iban de un trago a un beso.

*Mario A. Carrillo, escritor.

Entonces ella le dijo que ya no tomara, pero a él no le importó y siguieron así: un trago, un beso y un reclamo, hasta que ella le dijo: ‘Oye, Álvaro, me estás emborrachando, ya tengo el sabor del whisky’. Pero mi papá le reviró: ‘No, lo que tienes es sabor a mí’. Fue entonces cuando ella anotó aquella frase y le pidió que hiciera una canción… y así nació su canción más conocida”.

Pero hay otros relatos más sencillos, añadió Mario A. Carrillo, como el que dio origen al tema Cancionero. “Ésa se la hizo a un chapinguero al que le decían El chaflán, quien no se atrevía a preguntarle el nombre a su joven amada. Entonces mi papá se puso en el cariz de Cyrano de Bergerac y le cantó: “Yo soy el humilde cancionero y cantarte quiero una historia humana de El Chaflán”. Se dice que la mujer se enamoró de la canción, que le dio su nombre a El Chaflán y vivieron juntos hasta que él falleció en 2006. Así era el éxito de Álvaro Carrillo”.

¿Qué tan valorado es hoy el compositor? “Sus canciones son muy conocidas en todos los países de lengua hispana, pero no se sabe quién fue Álvaro Carrillo y por eso creo que está infravalorado, pero para eso estamos sus hijos, para ponerlo en la boca de la gente. Él no fue un compositor profesional que se dedicara a hacer canciones a cantantes famosos, sino que creaba mucho y tras su muerte algunas de éstas empezaron a circular”.

¿Cuántas canciones de Carrillo siguen inéditas? “El archivo tiene 526 piezas, pero la gran mayoría siguen inéditas. Acabamos de estrenar Fierecilla en el Festival Internacional Cervantino (FIC) y le gustó al público, así que poco a poco las iremos dando a conocer, pero en la singularidad del compositor. No queremos que se vea como el negocio de los hijos, sino el gran legado para el mundo”.

Por último, recordó el día en que sus padres fallecieron. Ocurrió el 3 de abril de 1969 en el tramo de la carretera Cuernavaca-CDMX, cuando una camioneta invadió la carretera en sentido contrario e impactó de frente el auto en el que viajaban mis padres. Él falleció de inmediato y mi mamá (Ana María Incháustegui), que nos protegió con su cuerpo a mí ya mi hermano Pedro, falleció al día siguiente”.

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*mcam