Platillos inspirados en personajes históricos, seguro los has probado
Existen platillos inspirados en personajes históricos, son parte de la gastronomía mundial y rinden homenaje a quienes dejaron huella.

La comida no solo nutre el cuerpo, también transmite cultura, tradiciones y en ocasiones, historias personales o colectivas. Entre los miles de platillos que disfrutamos hoy en día, hay varios que fueron bautizados en honor a figuras históricas, ya sea por su creación, dedicación o inspiración.
De forma intencional o fortuita, sus nombres se han perpetuado en el tiempo, convirtiéndose en verdaderos homenajes comestibles. Conoce algunos de los platillos inspirados en personajes históricos, su origen, en qué país surgieron y qué los hace tan especiales.

Platillos basados en personajes históricos
- El sándwich y el conde de Sandwich – Inglaterra
El sándwich, ese básico del desayuno, lunch o cena rápida, debe su nombre a John Montagu, cuarto conde de Sandwich (1718-1792), un político inglés del siglo XVIII. La historia más conocida cuenta que Montagu era un apasionado jugador de cartas.
En una larga jornada de apuestas, pidió a sus sirvientes que le sirvieran carne entre dos rebanadas de pan para no ensuciarse las manos ni interrumpir su partida. La idea fue tan práctica que pronto otros comenzaron a pedir “lo mismo que Sandwich”.
Con el tiempo, este alimento tomó oficialmente su nombre. Aunque la preparación original era simple, el concepto se extendió por todo el mundo y hoy existen miles de versiones, desde sándwiches gourmet hasta emparedados escolares.
- Ensalada César, el clásico con origen en Tijuana – México
A pesar de su nombre, la ensalada César no está relacionada con el emperador romano Julio César. En realidad, fue creada en Tijuana, México, por un chef ítalo-estadounidense llamado Cesare (César) Cardini, durante la década de 1920.
Cuenta la historia que, durante un 4 de julio con mucha afluencia de turistas en su restaurante, Cardini se quedó sin muchos ingredientes, así que improvisó con lo que tenía a la mano: lechuga romana, huevo, queso parmesano, crutones, jugo de limón y salsa inglesa.
La ensalada fue un éxito y comenzó a ser pedida por su nombre: la “ensalada de César”. Hoy, la ensalada César es una de las más populares en el mundo, presente tanto en restaurantes elegantes como en cadenas de comida rápida, con múltiples versiones que incluyen pollo, tocino o salmón.

- Pizza Margarita, una joya dedicada a la reina Margherita – Italia
La pizza Margarita (o Margherita) es uno de los platillos italianos más representativos, no solo por su sabor, sino por su historia. Fue creada en Nápoles en 1889 por el pizzero Raffaele Esposito, quien quiso rendir homenaje a la reina Margherita de Saboya, esposa del rey Humberto I.
Para ello, Esposito diseñó una pizza que representara los colores de la bandera italiana: rojo (jitomate), blanco (mozzarella) y verde (albahaca). A la reina le encantó la combinación, y desde entonces, la pizza fue nombrada en su honor.
Esta pizza es considerada un símbolo nacional y se ha convertido en un estándar mundial por su sencillez, sabor y conexión histórica. De hecho, su preparación tiene denominación de origen protegida en Europa.
- Beef Wellington, el platillo elegante del duque – Inglaterra
El filete Wellington es un sofisticado platillo de la cocina británica que debe su nombre a Arthur Wellesley, primer duque de Wellington, célebre por derrotar a Napoleón Bonaparte en la Batalla de Waterloo en 1815.
Aunque su origen exacto es debatido, muchos historiadores coinciden en que el platillo fue nombrado en su honor por los cocineros británicos que querían celebrar la victoria. La receta consiste en un filete de res cubierto con paté, duxelle (mezcla de hongos picados) y envuelto en hojaldre.
Se hornea hasta obtener una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro. El filete Wellington es uno de los platos preferidos en cenas formales y ha sido retomado por chefs famosos como Gordon Ramsay, quien lo popularizó aún más a nivel internacional.
- Pastel Napoleón – Inspirado en Napoleón Bonaparte (Francia/Rusia)
El pastel Napoleón, conocido en Francia como mille-feuille, es una delicia hecha con capas de hojaldre y crema pastelera. Aunque su origen exacto se debate, una versión afirma que fue creado en Rusia en 1912 para conmemorar el centenario de la victoria contra Napoleón Bonaparte.
En esa versión, el pastel tiene forma triangular para simular el sombrero del emperador francés. Sin embargo, en Francia, el nombre mille-feuille (“mil hojas”) alude a su textura, no al personaje. Pese a eso, el nombre “Napoleón” sigue siendo común en muchas partes del mundo.

- Crepa Suzette – Una dulce dedicatoria improvisada (Francia)
La crepa Suzette es una crepa bañada en salsa de mantequilla, azúcar, jugo de naranja y licor, usualmente flameada con Grand Marnier. Su origen es atribuido a un error afortunado del joven chef Henri Charpentier, quien la preparó accidentalmente mientras servía al príncipe de Gales (futuro Eduardo VII) en un restaurante de Mónaco.
El príncipe quedó encantado y pidió que se bautizara en honor a la dama que lo acompañaba, llamada Suzette. Así nació uno de los postres más famosos de Francia.
- Pastel St. Honoré – Homenaje al santo de los panaderos (Francia)
Este pastel es una obra maestra de la repostería francesa, elaborado con una base de masa quebrada o choux, crema pastelera, pequeños profiteroles y caramelo. Fue creado en el siglo XIX por el chef Chiboust en la pastelería Chiboust de París, y dedicado a San Honorato, obispo de Amiens y patrón de los panaderos y pasteleros.
Su complejidad técnica lo hace popular en escuelas de repostería, y su nombre rinde homenaje no a un personaje político, sino a un santo venerado por su vínculo con la cocina.
- Panecillo Kaiser – En honor al emperador austriaco (Austria)
El panecillo Kaiser o Kaisersemmel es un pequeño pan redondo con corte en forma de estrella. Su nombre significa “pan del emperador”, y fue creado en honor al emperador Francisco José II de Austria, durante el siglo XIX.
Este pan se volvió símbolo de calidad y estatus. Su forma se consigue con un molde o corte manual, y es muy común en Austria, Alemania y otros países europeos.

Los platillos no solo son el resultado de recetas bien logradas, sino también una forma de rendir tributo a personas que dejaron su huella en la historia, ya sea por su impacto político, cultural o incluso casual.
La próxima vez que disfrutes de uno de estos platillos, recuerda que estás saboreando algo más que comida: estás experimentando una pequeña parte de la historia que se cuenta en cada bocado.
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