‘La poesía es un arte cruel’, confiesa el chileno Raúl Zurita

El bardo chileno reflexiona sobre el género que ha explorado durante 45 años; participa hoy en el Hay Festival Querétaro

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Fotos: Sergio Hernández/ Cortesía Hay Festival Querétaro

El chileno Raúl Zurita (1950) confiesa a sus 74 años que nunca quiso ser poeta. “Yo quería ser ingeniero, pero el golpe de Estado en mi país no me dejó. Sin embargo, todo lo que he escrito, para bien o para mal, tiene que ver con este género. La poesía me afecta porque me traspasa entero”.

El considerado uno de los bardos más importantes de Iberoamérica afirma sin dudar que “la poesía es un arte cruel, porque pide todo de ti y no tiene ningún sentido si tú no le entregas todo; pero tú, no puedes pedirle nada jamás.

¿Qué le preguntaría yo a la poesía? Que qué diría sobre sí misma. Tendría la respuesta, pero no sé la pregunta. La poesía son esas respuestas cuyas preguntas todavía ignoramos. Por eso está tremendamente viva”, agrega.

El ganador del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2020, invitado estelar del Hay Festival Querétaro, conversará hoy con Jan Martínez Ahrens, director de El País América, a las 10:30 horas, en el Teatro de la Ciudad.

El autor de los poemarios Purgatorio (1979) y Verás cielos en fuga (2019) explicó ayer que la poesía debe ser “comprometida en la mejor acepción del término, porque no podemos escribir poesía de espaldas a nuestra realidad social y política, a este desgarro que es estar vivo que sucede minuto a minuto”.

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En este sentido, añadió que somos también Palestina. “Somos esos cuerpos que están aplastados debajo de miles de escombros. La terca poesía es una niña tímida que, a pesar de todo, tiene que buscar bajo esos escombros. Tocar un poco esos cuerpos y besarlos para seguir adelante. No obstante el arrasamiento, no obstante esa locura, nuestro oficio es vivir”.

Zurita está convencido de que cada vez que alguien muere, muere la humanidad entera. “Vuelvo a esos escombros, a esas planchas que se caen. De repente parece que toda la historia del mundo es la historia de unos pocos segundos. La destrucción de Troya anunció la destrucción de todas las Troyas del mundo.

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Siento que no ha cambiado nada. Estamos todavía en la ira de Aquiles. Todo esto se cimienta en venganza sobre venganza. Tenemos el deber de intentar que termine esta masacre. Me preocupa que vivimos un momento de profunda crisis, en el que las señas del porvenir son bastante turbias”, indica.

Sin embargo, admite que la poesía también ha sido su mayor alegría. “Cuando logro juntar un par de palabras que no estaban juntas es una dicha tan grande. Cuando creas un poema es una felicidad incomparable. No creo en la poesía antigua o moderna. Un poema te resume toda la historia de la poesía; y debe resistirlo todo”.

El autor de dos novelas y un libro de relatos, quien desde 1990 combate la enfermedad de Parkinson, evoca la relación de la poesía con su cuerpo y las cicatrices. “Yo trabajaba con mi cuerpo y mi cuerpo trabajaba en mí. En la escritura se define todo. Tu no eres ni hombre ni mujer, por ejemplo. Tu eres lo que tu escritura dicta que seas. Antes de escribir no tienes sexo. Incluso para escribir es necesario llamarse entero.

Las cicatrices forman parte de mi vida, y también de las cosas que escribo. Las exhibo o las oculto a placer, pero ahí están. He escrito miles de poemas y cada uno representa una cicatriz”, dice.

Quien concibe a Chile como “un país que me es doloroso y entrañable” define a América Latina como “un conjunto de pueblos y ciudades que han padecido violencias internas. Mi visión es bastante triste en este momento. Es triste porque no hemos superado las dictaduras. Las de los 70 fueron terribles. Cuando me preguntan si esto es una dictadura, digo ‘¡Dios mío! ¡Ojalá que no lo sea!’. Ojalá que no tengamos noticias de que nuestros mares están arrojando cuerpos”.

En una breve entrevista posterior, Zurita adelanta que acaba de terminar un nuevo poemario. “Es una cosa muy bella. Es una palabra sobre los acantilados que estuve tratando de hacer durante 20 años y finalmente lo logré. Es lo último que he hecho y tal vez sea lo último que haga, porque es insuperable. Ya hice lo que hice. Estoy en paz con la vida”.

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cva