¡No son bromas, así es la Ciudad de México!
Estas noticias ocurridas en el año que termina tienen todo para ser mentira, excepto por un detalle: todas sucedieron
ATERRIZAJE FORZOSO… ¡EN AVENIDA JUÁREZ!
Lo que debió ser un descenso épico, terminó en una foto de portada de periódico.
La madrugada del 9 de diciembre, un estadunidense entusiasta de las alturas terminó colgando de un semáforo enfrente de la Alameda Central, tras un salto fallido desde una avioneta ultraligera. Sin más ayuda a la vista, peatones y comerciantes auxiliaron al aventurero, con más ingenio que equipo de rescate. Todo quedó captado en una cámara de videovigilancia del C5. Ya abajo, el sujeto fue remitido al MP.
El saldo: un paracaídas roto, un semáforo intacto y un veredicto legal digno de nuestra surrealista capital: al no haber daños a la infraestructura pública, el estadunidense se retiró con una anécdota inolvidable.
PRÓXIMA PARADA: EL ARCA DE NOÉ
Si pensaba que el pan de cada día en el Metro son los empujones, los retrasos o los vagoneros, este año las estaciones del STC también fueron el hogar para más de 80 animales, muchos exóticas.
El protagonista fue un caimán bebé que paseaba por las instalaciones. Una pitón bola era llevada por un pasajero como un accesorio. A los animales rescatados se suman zarigüeyas que buscaban refugio del frío, iguanas que querían viajar gratis y un gavilán que se cansó de volar y tomó la Línea 2.
El Metro de la CDMX podría ser el más inclusivo del mundo: no importa si tienes dos piernas, cuatro patas o escamas, siempre habrá un retraso que todos podrán padecer por igual.
BRINCOS QUE SÓLO SE VEN EN EL CIRCO ATAYDE
En el Congreso de la Ciudad de México no se camina, se brinca. Y si es con red de seguridad presupuestal, mejor.
Cuatro diputados locales decidieron que una sola camiseta no les era suficiente y aplicaron un segundo “brinco” de la temporada, regresando a los brazos de Morena tras un breve y muy conveniente romance con el Partido Verde.
Juan Rubio Gualito, Israel Moreno Rivera, Víctor Varela López e Iliana Ivon Sánchez Chávez demostraron que el amor al partido cambia cada cinco minutos. Originalmente eran guindas, pero se pintaron de verde a inicios de la legislatura para ayudar en una carambola de posiciones plurinominales, pero como el buen hijo que vuelve a casa, regresaron al redil de Morena.
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