Corona, experto ataja penales

La Selección Nacional de futbol que más juega en el mundo apenas logró vencer a Ecuador, en el primer partido internacional de 2015. El encuentro frente al cuadro sudamericano es el 262 en el siglo XXI del equipo extricolor, lo que representa  33 por ciento del total disputado desde 1923.

 El gol de la victoria lo anotó Javier Hernández, que lo convirtió en el segundo mejor anotador con 39 tantos, uno más que Cuauhtémoc Blanco, que efectivamente hizo 38, no 39, como erróneamente se manejó durante años. Sucede que la página de internet de Concacaf ha cometido cualquier cantidad de pifias que ha propiciado que muchos se vayan de boca, como regalar títulos de campeones de clubes a varios equipos como Cruz Azul o sostener que en la asistencia al estadio Azteca, en la final de la Copa Oro de 1993, fue de 130 mil espectadores.

El Chicharito ya está a siete goles del máximo artillero de la selección, Jared Borgetti, representativo que ahora vistieron de blanco y negro, quizá inspirados en la sensacional Alemania campeona del mundo en 2014, aunque el nivel futbolístico de una y otra es abismal. Por cierto, tuvieron que transcurrir más de 60 años para que el equipo mexicano abandonara la camiseta esmeralda que después se convirtió en la esperanza verde.

 La selección lució desarticulada con chispazos individuales, entre ellos, los del guardameta José de Jesús Corona, quien evitó tres goles ecuatorianos luciéndose deteniendo un tiro penal a Bolaños, el tercero como portero del equipo fúnebre estableciendo la marca de más penales detenidos en la meta mexicana. El primero al jugador trinitario Stern John en el último partido del hexagonal eliminatorio del 2005, cuatro años después, atajó el segundo al colombiano Jackson Martínez en un amistoso en septiembre de 2009 y el tercero desviando la ejecución de Miller Bolaños en el primer encuentro de preparación del 2015.

 Chuy Corona supera a Jorge Campos, quien atajó dos durante una gira europea en 1992, el primero al búlgaro Hristo Stoichkov y el segundo al rumano Constantin Varga. Hay que destacar que el guardavallas tapatío incrementó al 50 por ciento su eficacia en disparos desde los once pasos, tres de seis, mientras que el acapulqueño solamente detuvo  dos en 13 ejecuciones, lo que confirma todavía más, que nunca fue un atajador de penales. A pesar de ello, el entrenador Miguel Mejía Barón lo mantuvo para la serie de desempate en los octavos de final del campeonato mundial de 1994 frente a Bulgaria, en lugar de meter a Adrián Chávez, quien se destacó como el mejor detenedor  de penales dentro de la liga y su extraordinaria marca recién fue superada por Oswaldo Sánchez.

 La prueba ante Ecuador puede ser un adelanto de lo que puede ofrecer realmente la selección fúnebre, falta de coordinación en todas las líneas por utilizar jugadores suplentes que no entran en competencia constantemente, aunque entrenan con los mejores. Un sparring siempre será utilizado para que luzcan las estrellas, por ende, jamás formarán parte de un programa estelar. Los muchachos se esfuerzan por demostrar a sus entrenadores de clubes su capacidad, por eso se les nota desesperados.

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