Recta final

Entramos de lleno a la recta final del campeonato y, como es una tradición del futbol mexicano, no hay nada seguro, ya que nuestro sistema de competencia ofrece demasiadas oportunidades, incluso, para aquellos que han tenido en general una campaña decepcionante y ...

Entramos de lleno a la recta final del campeonato y, como es una tradición del futbol mexicano, no hay nada seguro, ya que nuestro sistema de competencia ofrece demasiadas oportunidades, incluso, para aquellos que han tenido en general una campaña decepcionante y privilegia poco a aquellos que han hecho de la regularidad un aliado.

Pumas, por ejemplo, con su sorprendente torneo no tiene oportunidad de mínima relajación por sus más cercanos perseguidores, y, si bien, su ingreso a la fiesta final está garantizado, nada en términos de trascendencia real.

América y Toluca entran en ese grupo, lo mismo que León, equipos que pueden estar tranquilos en esta última fase, pero sin asegurar absolutamente nada, ya que la diferencia con el resto no es tan considerable, menos cuando conocemos las historias de liguilla del más débil eliminando al “todo poderoso”.

Tigres tiene hasta el momento un torneo aceptable tomando en cuenta el gigantesco potencial de su plantel que, sin ir tan lejos, es el más completo de nuestro medio.

León está en franca etapa de recuperación y demostrando a nivel directivo que había mayor capacidad de análisis que los resultados mismos, es decir, si en León hubieran actuado como lo marca la regla general, hubieran estrenado técnico a inicios de campaña, lo que muestra una vez más que importa poco la juventud cuando se tienen estudios y conocimiento del medio. Bien por Jesús Martínez.

Habrá que reconocer a estas alturas a Puebla y Veracruz que se mantienen en zona de calificación sin olvidar que sus principales compromisos siguen siendo de permanencia en el máximo circuito.

El noveno puesto de Jaguares también parecería inesperado, lo mismo, pero en ángulo contrario el lugar que ocupa Monterrey. Guadalajara se va recuperando a pesar de las enormes turbulencias en la cúpula. Atlas queda a deber y, evidentemente, Santos ocupa la gran desilusión del torneo, y podríamos decir lo mismo de Cruz Azul, pero francamente en los últimos años han sido más las malas que las buenas, por lo que sorpresivo, sorpresivo, así que sorpresivo que digamos, pues francamente no.

Falta poco para la terminación de esta fase de trámite que, a decir verdad, ha tenido varios pasajes entretenidos.

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