Situación compleja

Hace dos días se cumplió el primer mes de la temporada de la NFL con los juegos de lunes por la noche que cerraron la semana cuatro. Aunque las primeras semanas se nos escaparon de entre las manos, y empezamos a sentir que se nos están yendo muy rápido, la realidad es que todavía queda mucho por delante, a cada franquicia les restan poco más de tres cuartos de campaña por jugar. Es por ello que hacer conclusiones tan temprano me parece prematuro, especialmente en el caso de algunos equipos que se están quedando muy lejos de las expectativas generadas. Pero es indudable que aquellas franquicias que han arrancado mal tienen una cuesta muy empinada que escalar. Cada derrota sufrida en septiembre los obliga a ganar casi todos los duelos que les restan en los últimos tres meses y fracción de temporada.

Entre las franquicias que se han metido en problemas están los Cuervos de Baltimore, que, de manera sorpresiva, sumaron solamente una victoria en septiembre. Los dirigidos por John Harbaugh iniciaron como los grandes favoritos en la División Norte de la Conferencia Americana, y también lo eran en la opinión de muchos expertos para llegar al Súper Tazón; pero el inicio en este 2025 ha sido un desastre, poniendo en riesgo ganar la división, así como el lograr meterse a la postemporada. Luego de perder en su debut ante los Bills de Búfalo, en lo que fue su quinta derrota en los últimos siete años cuando han ido ganando por al menos diez puntos en el cuarto final; derrotaron a los Browns de Cleveland por paliza, y parecía que todo estaba bien. Pero llegó la derrota en casa contra los Leones de Detroit, y el domingo pasado fueron barridos por los Jefes de Kansas City. Es cierto, que en los tres partidos que perdieron enfrentaron a potencias de la NFL, pero la manera en que han perdido es preocupante. La ofensiva no ha sido constante, especialmente el juego terrestre, y la defensiva está muy lejos de lo que Baltimore ha hecho regularmente.

Las lesiones han jugado un papel fundamental para los resultados negativos que los Cuervos llevan, golpeando especialmente a la defensiva, y su coordinador Zach Orr no ha sido capaz de ajustarse a las bajas sufridas, permitiendo contra Detroit que su rival corriera la pelota a placer, y contra Kansas City, que Pat Mahomes reviviera. Además, las criticas han llegado al coordinador ofensivo Todd Monken, que no le ha sacado el jugo a las estrellas al ataque, principalmente al corredor Derrick Henry, que, aunque había cometido errores importantes en los primeros tres juegos, sólo tuvo ocho acarreos ante los Jefes.

La derrota el domingo tuvo otro aspecto negativo con la acumulación de lesiones, entre ellas la de Lamar Jackson, y a pesar de Cooper Rush demostró en Dallas ser un muy buen suplente, perder al dos veces MVP aunque no fuera por varias semanas complicaría mucho más una situación compleja. Los Cuervos necesitan a su estrella en el campo, si quieren mantener viva cualquier esperanza de calificar.