En camino de ser el mejor

Desde hace muchísimas décadas los clavados se han convertido en una disciplina que constantemente le ha dado extraordinarios resultados a nuestro país en las competencias de mayor importancia a nivel mundial. Una larga lista de nombres se fue uniendo al primer gran ...

Desde hace muchísimas décadas los clavados se han convertido en una disciplina que constantemente le ha dado extraordinarios resultados a nuestro país en las competencias de mayor importancia a nivel mundial. Una larga lista de nombres se fue uniendo al primer gran clavadista que tuvimos, el gran Joaquín Capilla, que se convirtió en el primer deportista mexicano en ganar múltiples medallas en Juegos Olímpicos, además de ser el máximo ganador de preseas en la gran justa deportiva, con cuatro en total.

Después de lo hecho por Capilla, otros clavadistas han logrado mantener ese legado, ya fuera en campeonatos mundiales, copas del mundo, Juegos Panamericanos y, obviamente, en los Juegos Olímpicos. El primero que yo pude ver colgarse una presea olímpica fue Carlos Girón. A partir de esa competencia me aficioné mucho a los clavados, porque generalmente han representado una de las pocas esperanzas reales de ganar preseas en los Olímpicos.

De hecho, en ninguna otra competencia México ha conseguido un mayor número de preseas que en los clavados, en total nuestro país ha logrado quedarse con 17 medallas en la fosa: una de oro, ocho de plata y ocho de bronce.

 La tradición continuó en París 2024, con la medalla de plata conseguida por Osmar Olvera y Juan Celaya en trampolín sincronizado, así como el bronce que Olvera se llevó en trampolín. Ahí, en la capital francesa, el joven clavadista capitalino hizo buenos los pronósticos que lo ponían como la gran esperanza de la delegación nacional, uniéndose a un club muy selecto de atletas mexicanos que han ganado dos preseas en la misma edición de los Juegos Olímpicos.

Una vez que ha iniciado un nuevo ciclo rumbo a Los Ángeles 2028, Olvera ha seguido demostrando su enorme talento, sumando más logros a su ya impresionante currículo. Porque no hay que olvidar que ya había acumulado cuatro medallas en campeonatos mundiales: dos en Fukuoka 2023, y otro par en Doha 2024.

A esos excelentes resultados y a lo hecho en los Olímpicos del año pasado ahora ha logrado algo sin precedente para nuestro deporte con su memorable actuación la semana anterior en Singapur.

En una nueva edición del Mundial de Deportes Acuáticos, Osmar se convirtió en la gran estrella de la competición, ganando medallas en cuatro de las cinco pruebas en las que participó, incluyendo el histórico triunfo en el trampolín de tres metros, terminando con veinte años de hegemonía china en la prueba. Al final, fue elegido el mejor clavadista de la justa.

El ciclo olímpico apenas ha iniciado, y otra vez ya es la carta más fuerte de México para el evento que se realizará en Los Ángeles. Demostrando que sigue con los pies en la tierra, con el objetivo claro de ser el mejor del mundo, con enorme profesionalismo y una sed de triunfos insaciable. De seguir así, no dudo que, cuando termine su carrera, será el mejor deportista que nuestro país haya tenido.

Temas: