Zurdo por accidente
El rectazo que lanzó Billy Wagner, cercano a las 100 millas por hora, se transformó en un misil al hacer contacto con el bat de Kelly Stinnett. El pitcher zurdo de los Astros no pudo defenderse con su manopla y la esférica se estrelló de llenó en el lado izquierdo de ...
El rectazo que lanzó Billy Wagner, cercano a las 100 millas por hora, se transformó en un misil al hacer contacto con el bat de Kelly Stinnett. El pitcher zurdo de los Astros no pudo defenderse con su manopla y la esférica se estrelló de llenó en el lado izquierdo de su cabeza. Los espectadores rezaban consternados, mientras que los jugadores observaban aterrados. La tragedia rondó por el estadio de Arizona aquel 16 de julio de 1998.
Wagner ha sido uno de los relevistas zurdos más intimidantes en la historia de las Grandes Ligas. Sus 1.78 metros de altura no impresionaban afuera del diamante, pero apenas subía a la loma y lucía como un gigante.
“Yo mido casi un pie más que él, pero lanza más fuerte que yo”, aceptó el pitcher estelar Randy Johnson, uno de los más grandes velocistas.
Aquel pelotazo que envió a Wagner al hospital y que lo dejó fuera de acción por tres semanas, era un infortunio más, pero que no lo iba a tumbar. Tampoco se derrumbó en su infancia al crecer en una familia disfuncional en la que había ocasiones en que no sabía si tendrían comida.
Wagner es un diestro de nacimiento. Patea con la pierna derecha, come y escribe con la mano derecha. Antes de cumplir los siete años vivió otro episodio que marcaría su futuro.
Con una pelota hecha de trapos jugaba futbol americano con unos vecinos. Uno de los rivales le cayó a Wagner encima de su brazo derecho y se lo fracturó. Pero a esa edad no hay un yeso que pueda frenar el ímpetu de salir a jugar y entonces comenzó a practicar con su brazo izquierdo para lanzar la pelota.
Al llegar una segunda fractura, otra vez por jugar futbol americano y de nueva cuenta en el brazo derecho, Billy Wagner se transformó en zurdo.
Wagner lanzaba cada vez más fuerte con su brazo izquierdo. En solitario y molesto por la separación de sus padres, salía al patio a tirar piedras con las que perforó una barda de aluminio.
Ya como pitcher universitario tuvo una temporada de 17-3 con 1.63 de carreras limpias e impuso un récord que sigue vigente con un promedio de 19.1 ponches por cada nueve entradas lanzadas.
Astros de Houston lo seleccionó en la primera ronda del Draft de 1993.
Pronto se convirtió en uno de los mejores relevistas de las Grandes Ligas. En su carrera de 15 años, con cuatro equipos, sumó 422 salvamentos, la octava mejor cantidad de la historia. Ponchó a 1,196 bateadores y fue seleccionado para siete Juegos de Estrellas.
Billy Wagner estará a la expectativa de un llamado el próximo martes 21 de enero. El zurdo tendrá su última oportunidad para llegar al Salón de la Fama de Cooperstown. En 2024, se quedó a sólo cinco votos de lograrlo. Sería el primer diestro transformado en zurdo que lo consigue.
