Un out contra el machismo
Bernice Gera escuchaba los juegos de los Dodgers en un viejo radio, mientras trabajaba como secretaria. Nacida el 15 de junio de 1931, enfrentó discriminación al intentar jugar beisbol con hombres, pero su facilidad para batear la llevó a ganar competencias y compartir ...
Bernice Gera escuchaba los juegos de los Dodgers en un viejo radio, mientras trabajaba como secretaria. Nacida el 15 de junio de 1931, enfrentó discriminación al intentar jugar beisbol con hombres, pero su facilidad para batear la llevó a ganar competencias y compartir exhibiciones junto a jonroneros como Roger Maris.
Bernice Gera buscó trabajar en algún equipo profesional de beisbol sin importar el puesto, pero nunca recibió una respuesta a alguna de sus cartas.Una madrugada de 1966 despertó con el impulso de hacer algo en el deporte que amaba, entonces decidió inscribirse en una academia de ampayers.
No fue fácil. Bernice Gera soportó el maltrato de sus compañeros, quienes le daban pelotazos apenas daba la espalda, sólo por el hecho de ser la única mujer. Al no tener espacio junto al resto de los practicantes, dormía en la soledad de un motel.
Soportó y enfrentó todo tipo de humillaciones hasta graduarse. Ya en su intento de trabajar en alguna liga, le cerraron las puertas con los pretextos más absurdos. La discriminación de la que era víctima la hizo pública. Se convirtió en un estandarte y comenzó a recibir críticas de reconocidos periodistas por su deseo de ingresar a un deporte al que consideraban exclusivo para hombres.
No se dejó ponchar por la adversidad. Contrató a un abogado y comenzó una batalla legal de seis años por discriminación sexual. El Tribunal de Apelaciones de Nueva York falló a su favor y consiguió un contrato para trabajar en ligas menores.
El 24 de junio de 1972 se convirtió en la primera mujer en trabajar como ampayer en un juego profesional. Desde el momento en el que pisó el diamante para el gran día, sabía que estaba sola, la indiferencia de sus compañeros ampayers lo confirmó. En la primera jugada polémica que marcó en segunda base, el manager del equipo, que se sintió afectado, salió para soltarle una serie de insultos machistas. Con toda autoridad, la ampayer debutante lo expulsó.
Bernice Gera ya había tomado una decisión: ese sería su único encuentro como profesional. Estaba claro para ella que podría ganar en los tribunales, pero en el campo siempre perdería.
Trabajó en un puesto administrativo con los Mets de Nueva York durante cinco años. Se dedicó a seguir como ampayer sólo en ligas amateurs y enseñaba a jugar beisbol a los niños. Con su tenacidad y valentía, se convirtió en una inspiración. Una tarde en el diamante bastó para demostrar que el talento no tiene género.
Bernice Gera murió en 1992. Algunos recuerdos de ella, como los zapatos que utilizó en aquel juego, son parte del Salón de Fama, aunque el mejor homenaje a su lucha será este fin de semana en el que Jen Pawol se convertirá en la primera mujer ampayer en la historia de las Grandes Ligas.
