Pitcher jonronero
Una de las imágenes memorables en la historia de la Serie Mundial es la de Brooks Robinson en aquel salto espectacular en el que parece volar para irse a felicitar con el lanzador zurdo Dave McNally. Los Orioles de Baltimore habían completado la barrida sobre Dodgers en ...
Una de las imágenes memorables en la historia de la Serie Mundial es la de Brooks Robinson en aquel salto espectacular en el que parece volar para irse a felicitar con el lanzador zurdo Dave McNally. Los Orioles de Baltimore habían completado la barrida sobre Dodgers en 1966 y la celebración entre los nuevos campeones se desbordaba en el centro del diamante.
El zurdo de los Orioles completó la blanqueada de apenas cuatro hits y superaba 1-0 en el duelo de pitcheo a Don Drysdale. La única carrera fue por un cuadrangular de Frank Robinson. El primer título del equipo de Baltimore era una realidad.
McNally tiene otro episodio recordado en un Clásico de Otoño. Es el único lanzador que ha conectado cuadrangular con las bases llenas, una marca que en estos tiempos ya sólo podría ser alcanzada o superada por Shohei Ohtani al ser el único pitcher que todavía batea.
McNally, zurdo para lanzar y derecho para batear, destacó a la ofensiva. En su carrera pegó nueve jonrones en temporada regular y en Serie Mundial, junto con Bob Gibson, son los únicos pitchers que han pegado dos vuelacercas.
El serpentinero de 1.80 metros y 83 kilogramos de peso lucía como un auténtico tumbabardas al momento de pararse en la caja de bateo. En alguna ocasión, en la que atravesaba por una buena racha ofensiva, se le preguntó cuál era su habilidad para poder batear y dijo que era algo de forma natural. “No veo a Ted Williams decir cuál era su secreto para batear”.
McNally debutó en Grandes Ligas a los 19 años y en su primer juego blanqueó a los Atléticos en un juego en el que apenas permitió dos hits. El encuentro apenas duró una hora y 32 minutos y es el de menos duración en la historia de los Orioles. Desde entonces, el zurdo mostró su etiqueta de lanzar rápido. Parecía que quería acabar lo más pronto posible los juegos.
Los Orioles conocían el talento del pitcher nacido en Billings, Montana, y fue por eso que pagaron 80 mil dólares por su firma. En un equipo saturado de brazos jóvenes y con mucho futuro logró ganarse un lugar en la rotación de abridores.
Llegó a tener cuatro temporadas consecutivas de 20 o más victorias, con un pitcheo dominante en el que sólo usaba recta, curva y slider. Fue el primer pitcher en superar los 100 mil dólares en contrato por una temporada.
También se le recuerda como parte de aquel formidable grupo de abridores de los Orioles en los que cuatro de ellos: Jim Palmer, Mike Cuellar, Pat Dobson y McNally lograron, al menos, 20 victorias en 1971.
La Serie Mundial siempre regala imágenes y hazañas difíciles de igualar. El Grand Slam de McNally sigue presente ahora que un pitcher volvió a tomar un turno en la caja de bateo.
