Ladrón con ángel

Shohei Ohtani carga un iPad en el que observa los videos de los diferentes lanzadores que le tocará enfrentar. Su recorrido en el dugout de los Dodgers, mientras que espera su turno como bateador designado, se detiene al observar algún detalle que le llama la atención y ...

Shohei Ohtani carga un iPad en el que observa los videos de los diferentes lanzadores que le tocará enfrentar. Su recorrido en el dugout de los Dodgers, mientras que espera su turno como bateador designado, se detiene al observar algún detalle que le llama la atención y que inmediatamente consulta con el coach de primera base, Clayton McCullough. Esa capacidad de análisis, que siempre ha mostrado, lo ha llevado a triunfar en beisbol.

Ohtani estaba consciente de que no podría lanzar en 2024 al ser operado del codo derecho, por lo que desde los entrenamientos de primavera llegó con la idea de ayudar a su nuevo equipo, con algo más que su poderoso bat. El estelar pelotero pidió tener libertad para correr las bases, una idea que de inmediato aplaudió el manager Dave Roberts, reconocido como un exitoso robador con 243 estafas a lo largo de su carrera como jugador.

Ohtani, con un físico de 1.93 metros y 95 kilos, tiene más el perfil de un toletero que de un robador de bases. No está entre los 150 peloteros con el mejor sprint en las Grandes Ligas, pero logró ya una hazaña nunca antes vista con 50 estafas y 50 cuadrangulares.

De sus 55 intentos de robarse una colchoneta esta temporada sólo en cuatro ocasiones lo han puesto out y suma 28 estafas consecutivas. La más reciente ocasión que lo atraparon fue el 22 de julio.

Ohtani, conocido por ser capaz de lanzar y batear con éxito, tenía 26 robos como el máximo de una temporada y sumaba 31 en las dos últimas. Como jonronero, su récord eran los 46 vuelacercas que pegó en 2021.

El japonés, que siempre busca hacer algo diferente  dentro del beisbol, pensó en una temporada de 40 jonrones y 40 robos, pero mejor todavía en una de 50-50, algo que nadie había logrado.

Ohtani se preparó para ello en su primer año con Dodgers y el coach McCullough se convirtió en su fiel escudero. El japonés analiza cada movimiento del pitcher y si percibe una alguna ventaja que sólo él pudo descubrir, la aprovecha para salir en busca del robo de base.

Un movimiento diferente de pierna, la forma en que toma la esférica o hasta el acomodo de la gorra son los detalles de los que está al pendiente

Ohtani para superar al rival. A diferencia de los grandes robadores que se barren de cabeza, Ohtani se desliza con los pies por delante.

Logró la hazaña el jueves pasado en lo que se considera como el mejor juego en la historia para un pelotero: batear de 6-6, con tres jonrones, 10 carreras producidas y dos robos de base.

¿Ohtani es el mejor beisbolista que se haya visto? Sólo el tiempo tendrá esa respuesta

Por ahora, es momento de elegir el sillón más cómodo para admirar lo que realice el japonés en lo que será su primera postemporada.

¡Sho-Time!

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