Justicia para Allen

Mike Schmidt, el estelar tercera base de los Filis de Filadelfia, pasaba por una mala racha ofensiva en la temporada de 1976 y decidió acercarse a Dick Allen para pedirle un consejo. “No te presiones, sólo disfruta el jugar beisbol como cuando eras niño y diviértete”, le dijo el veterano pelotero. Unas horas después de escuchar aquellas sabias palabras, Schmidt tuvo un juego espectacular al pegar cuatro cuadrangulares frente a Cachorros.

Allen forjó una carrera brillante en los diamantes, principalmente con el equipo de Filadelfia. 

 Richard Anthony Allen, de 1.80 metros de altura y 84 kilogramos de peso, fue un atleta brillante que destacó en el basquetbol, pero se decidió por el beisbol por lo atractivo de los sueldos, que le harían cumplir el deseo de comprarle una casa a su mamá, quien logró sacar adelante a su familia.

Allen acaparó los reflectores desde su estreno en 1964 al ganar el premio de Novato del Año luego de conectar 29 cuadrangulares y empujar 91 carreras, mientras que bateó para .318.

El tercera base de los Filis llamaba la atención por el bat pesado de 40 onzas que utilizaba y el poder que mostraba, con cuadrangulares espectaculares. Uno de esos batazos, se calcula que alcanzó una distancia superior a los 500 pies.

Allen se estableció como un temible toletero, pero también llegó a tener problemas por sus continuas desapariciones o los retardos. Lo que generaba discusiones con sus managers.

En Filadelfia sufría por los ataques racistas de algunos aficionados. Pasó a Cardenales, equipo en el que estuvo sólo una temporada para llegar a Medias Blancas, donde tuvo su mejor actuación con 37 cuadrangulares y 113 carreras producidas para ser nombrado Jugador Más Valioso en 1972.

Allen jugó la mayor parte de su carrera con secuelas de una grave lesión en su mano derecha al cortarse al momento arreglar su auto, por lo que tuvo que ser sometido a una cirugía de 15 horas para reconstruirle parte de los ligamentos.

Su aventura ligamayorista también tuvo escala con los Dodgers y Atléticos, para luego regresar a los Filis a terminar con su brillante carrera de 15 años en las Grandes Ligas.

Es uno de los bateadores más respetados. Sumó 351 cuadrangulares y empujó 1,119 carreras, mientras que participó en siete Juegos de Estrellas.

Dick Allen murió justo hace cuatro años, el 7 de diciembre de 2020, unos meses después de que los Filis retiraron su famoso 15.

No ha logrado un ingreso al Salón de la Fama, a pesar de tener números superiores a algunos de los inmortales que ahí tienen su placa.

Dick Allen se quedó, en dos ocasiones, a un voto de conseguir su ingreso. Mañana tendrá un nuevo “turno al bat” y será tiempo de conocer si el Comité de Veteranos le hace justicia en la votación y finalmente consigue un lugar en Cooperstown.