El muro de Sun Yang
01 de Marzo de 2024
En el fascinante libro de Stefan Zweig, La lucha contra el demonio, aparece una frase agonal de Ferdinand Meyer: “Cuanto más difícilmente se libera un hombre, tanto más logra conmover nuestro espíritu”. Bienhechor de la humanidad el inmortal y rebelde Prometeo tras robar las semillas del fuego y entregárselas a los hombres, fue castigado por Zeus a ser encadenado, con cables de acero, en una roca del Cáucaso, en donde un ave de rapiña le devoraba el hígado. Según la mitología, Hércules, hijo de Zeus y Alcmena, lo salvó, pero con el fin de que se cumpliera el castigo eterno del dios de los dioses, Prometeo, fue ordenado a fabricar y ponerse en el anular un anillo de roca y el metal con el que había estado encadenado. El pasaje emana lucha, dolor, tenacidad, resistencia a la adversidad; la liberación adquiere resonancia de emancipación y victoria; una sucesión de eslabones, de componentes que conducen a la admiración y culto al héroe en diferentes esferas. Hace días expresamos que, debido a la ausencia de astros en el Mundial de Natación de Doha, no era sencilla una extrapolación con miras a los JO de París. Durante años, siempre se pensó que lo único absoluto era la velocidad de la luz, pero los conocimientos se van enriqueciendo y ya no es así. Se desprenden de la azulada y brillante superficie del estanque de Doha acontecimientos que pueden y van a resultar de lo más espectacular. Hay varias pruebas, en hombres y en mujeres, con un especial atractivo, acaso, ligeramente por encima de otras. Además del asalto del francés Léon Marchand a los cuatro minutos en los 400 metros combinado individual, es probable el ataque a la frontera de los 14’30” en los 1,500 m nado libre, un desafío que representa ¡nadar 15 cienes continuos por debajo de los 58 segundos! Desde el 4 de agosto de 2012, durante los JO de Londres, el récord mundial de 14’31”02 del chino Sun Yang permanece imbatible por más de diez años y como un desafío para las nuevas generaciones. Daniel Wiffen, irlandés de 22 años, demostró espléndido estado de forma y triunfó en Doha en un crono de 14’34”07 (100 m–56”13; 400 m–3’51”27; 500 m–4’49”86; 750 m–7’16”49; 1,000 m 9’43”41; 1,500 m–14’34”07; el último 100 lo nadó más rápido que el primero: en 55”61/100; aunque no nadó precisamente en parciales negativos, ya que la segunda mitad la recorrió en 7’17”58). Está en la zona de ataque del RM y principalmente por su notable progresión en relación con el Mundial de Fukuoka, quedó en la cuarta posición en 14’43”5. Wiffen, en Doha, fue vencedor de los 800 m y finalizó en la 7a posición en los 400 m nado libre. En 2023 batió el RM de 800 m en pileta corta en 7’20”46, que poseía el australiano Grant Hackett en 7’23”42, fue oro olímpico en Sidney 2000 y Atenas 2004. En Fukuoka, el tunecino Ahmed Hafnaoui, al triunfar en 14’31”54 —sorprendente ganador del oro en los 400 m nado libre en los JO de Tokio 2020-21— señaló la 2ª mejor marca mundial de la historia. En Doha terminó en la posición 17, en un crono de 15’09”02. Otro aspirante a romper el muro de 14’30”.
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