Venden caro algo del cielo

En esta marea de MUCHOS millones de dólares que son las Grandes Ligas, tenemos una nueva noticia. Recordamos cómo en 2003, mediante un proceso el cual terminó siendo el ganón un empresario de origen latino, Arturo Arte Moreno, quien, así, adquirió a los Angelinos de Anaheim, siendo el primer mexicoestadunidense en comprar una franquicia de los major sports. 

Esa compra se hizo al conglomerado Disney, el cual hoy (y desde 2017) está asociado con Grandes Ligas (MLB) en una empresa llamada BAMTech, a ustedes les sonará más familiar cuando se mencione que fue precisamente en los momentos donde se dio la noticia de la llegada de Disney+. 

Hoy, Arte Moreno anuncia que él y su familia estarán “explorando” opciones para la franquicia, entre ellas, la posible venta... no estamos hablando de una erogación sencilla, pues, según Forbes, el valor estaría en unos 2,200 millones de dólares (2.2 billion dicen allá) y es la novena en valor entre todas de las Grandes Ligas, con los Yankees a la corona con 6,000 millones de dólares. 

 Estamos hablando de una venta para un mercado TOP como es la zona de Los Ángeles, en California, tema no sin polémica por razón de un cambio de nombre, el cual le vino bien en lo económico, pero no en la aceptación de un público antes fiel: no queda entendido pertenecer a Anaheim junto a la mencionada urbe angelina. 

Esa pertenencia fue justamente donde Moreno vio la mayor complicación cuando, en octubre de 2020, buscó comprar el estadio (y sus estacionamientos como inmuebles) al condado de Anaheim por 320 millones de dólares, en una situación por demás extraña, donde se cayó la operación por supuestas irregularidades. Quizá eso marcó el posterior camino de este actual dueño. No se le puede reclamar que llevó en su momento al gran Vladimir Guerrero, a Josh Hamilton, a Albert Pujols y deja como activos al lesionado Anthony Rendon, a Mike Trout y al espectacular Shohei Ohtani, atractivos para una venta en la cual seguramente veremos a quienes “pujaron” por los Dodgers. 

 Anunció Grandes Ligas su calendario para la temporada de 2023, donde acomodan más juegos interligas por equipo (46 anuales), bajando encuentros divisionales (52 de 76) y también intraliga (66-64). Interesante será ver la logística de este nuevo rol, con desplazamientos en el vasto territorio estadunidense (hasta Toronto), un tema nada menor ante el sindicato de peloteros, sobre todo tomando en cuenta la reciente y ríspida negociación para el vigente arreglo colectivo. 

 Puede ser positivo tener menos Yankees vs. Boston, si se estaba abusando de ese choque; el riesgo es ver demasiada “innovación” a costa del desgaste.