Pequeño detalle...  y bye

En estas instancias, donde cada jugada puede ser el diferenciador, un error puede ser mental, por mala ejecución o por ambos. Puede no haber sido lo más fatal del universo, pero en un elevado dentro del cuadro con el fildeo del paracorto simplemente NO PUEDE existir una ...

En estas instancias, donde cada jugada puede ser el diferenciador, un error puede ser mental, por mala ejecución o por ambos.

Puede no haber sido lo más fatal del universo, pero en un elevado dentro del cuadro con el fildeo del paracorto simplemente NO PUEDE existir una falla para atraparlo —estamos hablando del máximo nivel, como lo es Grandes Ligas—, y así le sucedió el error a Brayan (Hommy) Rocchio de los Guardianes de Cleveland, pelotero en su segunda temporada (primera completa) en Las Mayores. En esas lindas oportunidades que brinda el mantenerte en el juego, el mencionado Rocchio tuvo la oportunidad con la casa llena para, digamos, lavar su error, y ahí también se complicó al ver pasar el tercer strike: un ponche sin tirarle, el cual le vino de maravilla al abridor de los Yankees de Nueva York. Visiblemente, Gerrit Cole no la pasó así de día de campo con esos peleadores exindios, quienes tuvieron otra casa llena, incluso sin dejar a este inicialista recorrer las cinco entradas de rigor para aspirar a una victoria en playoffs, donde podemos recordar que este gran serpentinero (actual Cy Young de la Liga Americana) no ha ganado una Serie Mundial.

Si dejas 11 corredores en las bases y cometes DOS errores a la defensiva, haces muy cuesta arriba un camino contra un equipo especialista en estas instancias, donde debes demostrar la grandeza de tu club. Veremos en esta jornada si en Cleveland los Guardianes pueden volver por sus fueros en una Serie de Campeonato tan cerrada, en donde no puedes darte el lujo de tener ni siquiera errores evidentes: una imprecisión en el comando de picheos (si te piden pichada abajo, pero se “cuelga” y queda arriba) puede provocar un tablazo descomunal y adiós aspiraciones. Quizá ustedes, amigos lectores, siempre ávidos de los detalles, notaron cómo en cierto momento complicado en cuanto al ataque de los de Cleveland, el mismo manager de los neoyorquinos tomó las riendas en toda forma y así vimos a Aaron Boone tomar el equipo electrónico en sus manos, salir decididamente al montículo a remover al abridor, dar voces… todo lo que un timonel debe hacer para obtener una victoria peleadísima en un duelo donde el rival tampoco va a mostrar clemencia. Hoy, los Yankees tienen aparentemente cargada la serie dos juegos a cero a su favor, aunque esos pequeños detalles se pueden volver grandes y pesadas piedras en la, digamos, “planeación” hecha para una Serie donde, evidentemente, quieres ganar a unos NYY siempre durísimos en cualquier instancia.

Los vecinos neoyorquinos son los Mets y ellos sí que hicieron el ajuste, emparejaron 1-1 la Serie en la Liga Nacional y ahí vemos la diferencia en una confrontación larga, donde un tablazo del “Big Bear” Pete Alonso puede ser un argumento, claro, los Dodgers son mucha pieza.

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