Pelota, sindicatos, salarios…

Corre ya sabroso la pelota en los campos primaverales allá y acullá, se ha puesto ya en avance toda la preparación de la temporada cuando… Llegan otros temas y es importante no dejarlos de lado.

Porque no sería así como que lo más justo hablar de un vil render de un estadio el cual ni sabemos si llegue a existir, es más, hemos expresado nuestra razonable duda de que no llegarán los Atléticos a Las Vegas, casi podríamos apostar.

Es mejor hablar de esta interesantísima etapa en la cual, después del gran acierto en la creación de la Liga Mexicana de Softbol (LMS) por parte de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), el deporte femenil sigue tomando más fuerza en nuestro país.

Los logros en variados deportes se están dejando ver y ahora lo aprobado en la Cámara alta de nuestro país está superbien expresado por la senadora Patricia Mercado: “Una reforma que es fruto del diálogo y la buena disposición para avanzar en derechos laborales de deportistas, que tendrán, así, mejores condiciones para concentrarse en darnos lo mejor de su talento”, y es así como la reciente reforma a la Ley Federal del Trabajo establece lo que se está llamando un salario base.

Sinceramente, no imaginamos ver esto un día y ahora está en manos de la Cámara de Diputados, digamos, confirmar esta iniciativa, cuando —debemos insistir— el softbol de nuestro querido país llegó al cuadro de honor, seguramente para quedarse y regalarnos más emociones.

Las seis escuadras de la LMS nos han regalado una gran temporada inaugural y ahora la perspectiva será aún más interesante para el probable próximo calendario, sobre todo si estas reformas se aprueban con todo lo que conlleva en el tema de protocolos contra el acoso y la violencia de género.

El beisbol mexicano tiene una rica historia y ahora el softbol está siendo parte de un panorama de lo más importante para una sociedad con una tarea aún pendiente en varios temas de igualdad, por lo cual se puede decir: se ha dado un muy buen paso y que sigan las cosas así de bien.

Ahora bien, en este espacio siempre hemos sido sensibles al tema de las organizaciones sindicales y debemos mencionar un asunto para tomar en cuenta cuando un equipo colegial de basquetbol ha creado (lo leen ustedes BIEN) su propia unión sindical. En palabras de  Michael McCann, en la cima del desarrollo de la regulación colegial es donde se ubica este logro de Dartmouth al ser reconocidos como empleados, agregando que “fundamentalmente cambia la relación institución-atletas”.

Años después de haberlo planteado, uno se sigue preguntando después del festejado logro: ¿dónde está el derecho a crear su organismo para nuestros deportistas? ¿En las ramas de un árbol?

A ver si llega también ese día.

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