¿Otro viajero al Lejano Oriente?

Ahora que medio mundo se fija en los Dodgers de Los Ángeles. Si es el equipo el cual no debe fallar, de si California los hace verse más de moda, si su mercado es el que les está dando todo eso necesario para un infaltable campeonato…

Es necesario recordar cómo en este beisbol moderno no puedes “asegurar” un campeonato a punta de billetazos, no hay ejemplo más reciente (y quizá más doloroso) que el de los Mets en el pasado calendario: una cuantiosa inversión para la nómina más alta y terminaron desintegrando un roster que tenía destino de Serie Mundial.Ni siquiera esos extraordinarios lanzadores como Max Scherzer o Justin Verlander —ambos acostumbrados a luchar por la cima— pudieron ser parte de un éxito para el equipo neoyorquino.

Y es ese mismo vetusto circuito donde ahora los Dodgers pretenden establecer una era de dominio, algo sólo logrado de manera reciente por los Gigantes y de manera alternada o intermitente ahí en la segunda década de estos dosmiles.

Llama la atención cómo las lesiones han minado a un equipo tan fuerte en lo económico como los azules de LA, la ciudad californiana con tanto movimiento y tantas ansias de campeonato como para que en ocasiones veamos agarrarse a trompadas a aficionados del mismo equipo.

Sí es una pasión especial por los “Doyes” (mote visto hasta en camisola oficial) y es algo inexplicable cómo el beisbol mexicano no ha tenido como objetivo esencial y prioritario tener un pelotero ídolo, un infaltable dentro de cada uno de los rosters de los cuatro equipos de MLB en California y, sí mucho nos apuramos en los dos de Texas (“esperanzadoramente” nos habían prometido que estaríamos debutando “sesenta” (mega sic) mexicanos por año en Grandes Ligas durante este sexenio, ajá), dicen eso de “soñar no cuesta nada”.

Ahora, por fin teníamos un chavo mexicano, identificado, con buenos números como abridor de un equipo súper popular como son los Dodgers, una emulación del, en su momento, ídolo Fernando  Valenzuela al ser zurdo, del noroeste mexicano beisbolerísimo y por igual sobreponiéndose a la adversidad… Si ahora este muchacho Julio Urías libró algunos cargos, bien por él, aunque es poco probable verlo de nuevo en un diamante de Grandes Ligas, caso similar al también exDodger Trevor Bauer, el comisionado no pasa por alto la posible reincidencia en casos de violencia doméstica.

No, Julio, tú no, siempre te vimos como para ganar al menos otra Serie Mundial… ¿¡por qué Julio, por qué?! Quizá el destino lo lleve, al igual que a otro excelente lanzador mexicano (Roberto Osuna) a la NPB del Japón y quizá el tiempo cure heridas para verlo brillar de nuevo al regresar al mejor beisbol del mundo. Quizá…

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