Octubre es único

Todos pensábamos en cómo estaba cantado lo de la Nacional con un posible choque entre los aún campeones Bravos y los súper ganadores Dodgers. Nada está escrito, la pelota rueda en el diaman­te… a veces se va de foul el batazo y dos equipos dijeron: ¡para nada ...

Todos pensábamos en cómo estaba cantado lo de la Nacional con un posible choque entre los aún campeones Bravos y los súper ganadores Dodgers.

Nada está escrito, la pelota rueda en el diaman­te… a veces se va de foul el batazo y dos equipos dijeron: ¡para nada ganan!

Cierto es que la serie se veía atractiva, pero un equipo embalado en el momento preciso es peli­groso si sigue con ese afán definidor.

Los Phillies de Filadelfia dispusieron rápida­mente de los campeones y los Padres de San Die­go —no sin drama— eliminaron al equipo azul, el de más victorias (111) en la temporada regular.

Lo hemos comentado hasta el cansancio: ganar 100 o más juegos en la temporada regular no te da absolutamente ningún sello de calidad como para espantar a un rival bien plantado en el playoff.

Es más, varios manejadores han tenido el pe­cado capital de explotar de más a su pitcheo para llegar a metas, récords, estrellitas, las cuales sirven de poco en el octubre con el beisbol de a de veras.

Ok, ok, se juega beisbol real toda la temporada, aunque debemos ser fríos en cuanto a que no es lo mismo ganarle 20 juegos a rivales divisionales ya con la pesada carga de estar en zona de elimina­ción y con un plantel no muy motivado, compara­do con ganar un juego de eliminación en una serie con muchos momentos para breaks o inercias.

Evidentemente, de los cuatro calificados con 100 o más victorias (Astros, Bravos, Dodgers, Mets) sólo uno será campeón de la Serie Mundial y, has­ta este momento, sólo sobreviven los de Houston.

Qué tremendo dilema ser el manager y llevar a tu equipo con maestría, para llegar al mes de septiembre con 90 victorias: planeas jugar al .500 (igual en ganados y perdidos), ¿aflojas el rendi­miento una parte del mes y aprietas los últimos días aun ya clasificado? Recordemos que es el me­jor beisbol del mundo y la afición te exige diario un rendimiento, por el cual cobras, literalmente, millones de dólares.

Pero, bueno, la exigencia no cambia en el mes de octubre, donde se borran esas 85, 95, 105 vic­torias y más que nunca debes ganar hoy. Tu men­talidad de bateador de .325 vale queso si no bateas el hit que tu equipo necesita. Tu tremendo slider es una nubecita si no incrustas el strike que poncha al peligroso bateador rival, en un 2-2 en la 7ª entrada y como visitante.

El beisbol se vuelve una mayor inmediatez y mayor euforia o decepción en momentos, durante el mejor mes del año: emociones a tope, un dia­mante es epicentro y vórtice.

La lógica parece indicar una Serie Mundial entre Astros de Houston y Phillies de Filadelfia, lo bonito es no hacerle al adivino, aunque para los texanos ya sería el 4º duelo de ese tipo en seis años y les urgiría ganar para quitarse aquello del espionaje.

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