Nueva plaga
Incluso el hecho de verlo como una cosa ya nada novedosa es gravísimo para el tema, el cual nos atañe en esta entrega de Súper Beis. Tampoco es ya como espantarnos, pero incluso existe una cuenta en redes sociales llevando la lista de los lesionados en camino a una ...
Incluso el hecho de verlo como una cosa ya nada novedosa es gravísimo para el tema, el cual nos atañe en esta entrega de Súper Beis.
Tampoco es ya como espantarnos, pero incluso existe una cuenta en redes sociales llevando la lista de los lesionados en camino a una operación tan mencionada como para que sea una noticia tristemente común a cada temporada.
La más reciente —en cuanto a un caso llamativo— ha sido por parte de Corbin Burnes, quien, además de firmar un contrato con los Diamantes por nada más 210 MDD iniciando esta temporada, es un ganador de Cy Young y fue él mismo quien sintió cómo se murió su codo en la quinta entrada de su apertura contra los Nacionales. Para darnos una idea, además de Corbin Burnes, en un mismo día se fueron a la tristemente conocida lista de lesionados: Pablo López, George Kirby, Max Meyer, Hunter Greene y Brandon Woodruff… por la razón que sea (un caso es por el hombro de lanzar y otro es por un lineazo a la cara), el pitcheo, además de ser el bien más preciado por cuanto al precio, es el de más riesgo de lesiones.
La lista, la cual mencionamos que es verdaderamente dramática, incluso con lanzadores colegiales, como para considerar en serio si es solamente una incidencia o —algo tan comentado— una opción en cuanto a ir a quirófano para aventarse la ventana de recuperación y regresar como caballo.
El caso de Tommy John y su operación en 1974 (ya cumplió 50 años este tipo de intervención) le redituó para tener, después del hule, TRES temporadas de más de 20 ganados en sus cinco posteriores calendarios, con Dodgers y con Yankees.
La intervención que marcaría para la posteridad al doctor Frank Jobe le dio QUINCE temporadas adicionales de actividad profesional a Tommy John para dejar esa marca de 288-231 y un meritorio 3.34 de PCLA, ahí nada más con 4,710 entradas de trabajo en la lomita… por cierto, son números, los cuales no le han valido el ingreso al Salón de la Fama de Cooperstown... otra vez los envanecidos votantes de la BBWAA.
Volviendo al tema, si se debiera o no considerar dopaje a esta operación de reparación del codo de lanzar, quizá es un tema para una discusión, pero algo mucho más grave es EL HOSPITAL en el cual se convierten las Grandes Ligas y sus afiliados, sucursales, ligas amigas y hasta ilustres antes desconocidos, pues en verdad es un quebradero de brazos a cada calendario.
Sí, de sobra es sabido cómo el movimiento de lanzar la pelota de beisbol —mucho más si uno lanza alguna jiribilla— es algo ANTINATURAL; ok, te podrás lesionar en algún momento, pero… ¿así como para acabar un día sí y otro también con tu mejor recurso?
Tanta ciencia, pero el beisbol multimillonario como que le está debiendo a Su Majestad el pitcheo.
