Llega el gran día y…

Cada nuevo calendario del beisbol de las Grandes Ligas tenemos una sensación, esa sensación indescriptible llena los pulmones de aire como para pegar el grito: “¡Playball!”

Y sí tenemos un inicio interesante, con un beisbol dinámico y con ganas de observar a las mejores rotaciones de pitcheo, porque las adiciones de los Gigantes con la incorporación de un Cy Young como Ian Snell y los Diamantes con la suma de Jordan Montgomery hacen de lo más interesante a ambos contendientes en la Liga Nacional.

Podría leerse como si todo es para cantar y reír con ambos abridores, la cuestión es cómo fueron contratados, pues esto definitivamente incide en un mercado donde ese tipo de lanzadores son los que hacen a los fans comprar camisolas, ir al parque y, posiblemente, tener uno o unos nuevos ídolos.

Nunca creímos decirlo en la infancia, pero ahora que le paguen 25 millones de dólares a un pitcher abridor por UNA temporada, parece ya no tan buena cosa, ¿cómo les queda el ojo con este dato, queridos lectores? Así el sistema económico actual en Las Mayores, puedes ser un romántico y decir “juego por el mínimo (en dado caso)” y nadie te va a creer que no vas por un contrato mayor a la próxima temporada si llegas a la agencia libre.

Un contrato de esos montos debería ser completamente ajeno a lo que un aficionado realmente espera de una temporada naciente, con las emociones y con la competitividad en el diamante como lo más importante, aunque… todos sabemos cómo el “jugador más millonario”, pues sí, sí le hace ruido a lo que está en juego.

Bajo una muy respetuosa advertencia de cómo es altamente probable este tema, como uno muy recurrente, estamos observando a MLB hacer unas maromas tipo fans de un pésimo gobierno, el cual conocemos, para tratar de tapar todo aquello que incrimine a la máxima actual estrella.

¿A poco NADIE en el equipo de Shohei Ohtani se dio cuenta de que “hacían falta” CUATRO Y MEDIO MDD durante una negociación de un contrato por SETECIENTOS MDD? Es más, ni siquiera cuando se aventaron aquella laureada como “superinteligente negociación” para deslizar el resto de los 680 MDD de dicho contrato, ¡¿ni ahí se dieron cuenta?! C’mon, no estamos en 28 de diciembre…

Está bien que una industria tan cara como MLB cuide a su mejor cara y enlace con el rico mercado oriental, solamente no se vayan por la tangente queriendo tapar algo que parece bastante obvio, como el hecho de que el pelotero sabía, AL MENOS, del movimiento del capital.

Mientras, Grandes Ligas establece nuevas y duras reglas para la firma de todo aquel pelotero fuera de Estados Unidos (Draft y Ligas), el control viene de los dueños del dinero.

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