¿El último “comisionado”?

Qué duro debió haber sido ser un verdadero comisionado, sin pensar meramente en la conveniencia de los dueños…

Muchos dirán: “pero con el actual alineamiento de los dueños, los sueldos se han ido para las nubes”; en parte sí, aunque pregunten a los agentes libres quienes no firman un contratazo o a toda esa tropa con la vida entre las sucursales y la tacita de café recurrente como en un boomerang dentro de la vida útil en el beisbol.

Falleció el pasado sábado quien fuera el comisionado del beisbol de Grandes Ligas entre los años de 1989 –por la fulminante muerte de su predecesor Bart Giamatti– y un 1992 cuando tuvo que renunciar un poco por sus convicciones, con un mucho de una tremenda presión por parte de los dueños.

Es llamativo que el actual comisionado Rob Manfred publicó su declaración hasta al siguiente día, eso sí, elogioso de los logros del finado… su colega abogado, al fin y al cabo.

Egresado de Yale como Juris Doctor en 1963, Fay Vincent había tenido previamente un serio accidente en su etapa universitaria, donde se dudó volviera a caminar; con un tesón tremendo logró lo impensable y sólo se ayudaba con un bastón, parte de su estampa.

Tuvo, previamente al beisbol, una exitosa etapa profesional en la que como mandamás (CEO) de Columbia se aventó una serie de éxitos fílmicos nada menos del calibre de Kramer vs. Kramer, Tootsie, Ishtar, entre otras. Quizá ahí fue donde Major League Baseball fue abriendo más y más los ojos a la importancia de la presencia mediática, tristemente un suceso pudo también ser aleccionador para tal efecto.

Recién tomó el cargo en 1989 a este comisionado Vincent le tocó la neblina de la desgracia con un fortísimo terremoto en plena Serie Mundial de la Bahía entre los Gigantes de San Francisco y los Atléticos de Oakland con todas las miradas del mundo, tuvieron los arrestos para salir adelante a pesar de la desgracia y (OTRA VEZ) levantando la bandera del beisbol triunfante a pesar de todo.

Le reconoció MLB en el comunicado de referencia su papel en la expansión para los Rockies de Colorado y los Marlines de la Florida (hoy de Miami) como un proceso el cual dejó todo listo para el debut de ambas llamativas franquicias para 1993, la penúltima expansión (sólo posterior la de 1998 con Arizona + Tampa Bay) en un pendiente para las Mayores al quedarse con 30 franquicias y no las factibles (?) 32.

Se darán ustedes cuenta de que, como hubo una huelga en 1994 para el beisbol y, efectivamente, aunque le duela al establishment convenenciero, una figura como la de Fay Vincent muy probablemente habría hecho algo distinto, provechoso.

Su sucesor en el cargo fue Bud Selig, como para entender si los dueños no ganaron y siguen ganando, incluso ahora con el sindicato de peloteros a modo.