Alejandro Aguerrebere

Alejandro Aguerrebere
Súper beis

El deber, Yamamoto

28 de Diciembre de 2023

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                    Que tengan un año pleno de logros, un 2024 de
                                        gran slam muy apreciados lectores.

¿Por qué los Dodgers fueron afanosamente por el otro súper estelar del Japón? ¿Por qué rompió tantos corazones? ¿Por qué hay tantos millones en los contratos si el beisbol se supone que es el mismo?

Podríamos seguir con una interesante lista de preguntas, incluso con el tema de quiénes serán aptos o idóneos para llegar al Salón de la Fama en un futuro o si las reglas para tiempos nos cambiarán, tanto la percepción como para sentir que el beisbol de Grandes Ligas es una cosa tan distinta, como para sentir que las otras Ligas juegan casi un deporte distinto o, demasiado variado.

Esto último vale la pena abundarlo, pues ahora que estamos en plena era de los cambios más fuertes después de alrededor de 50 años para el big show de Las Mayores, vienen más “ajustes” (“modificaciones” ya sonaría dramático) con el segundero arrancando en 18 segundos —a diferencia de los 20 anteriores— con corredores en base, la verdad esto es un acierto.

Otro punto positivo sin duda es ampliar la “franja” para el corredor desde home hacia la primera base, abarcando toda la tierra desde la línea de foul hasta el pasto del infield. Con todo respeto, eso sería un poco complicado de determinar en algunos campos de nivel amateur, aunque aquí era más que necesario aterrizar esa situación donde los corredores se “montan” en la parte interior para obstruir el tiro a primera… ojo, quizás deban modificar una especie de triángulo en la llegada a primera para evitar precisamente esa manera de estorbar la asistencia, incluso limitando al corredor a abrir los brazos como pidiendo el “safe” en la inicial. 

De colofón: lanzador quien caliente en la lomita del juego (no la del bullpen), deberá forzosamente enfrentar al menos a un bateador.

Vámonos al tema central cuando ya tuvieron Yoshinobu Yamamoto y Shohei Ohtani su primer sushi juntos en la ciudad angelical de California. Y sí, se ve casi celestial el porvenir para estos dos nipones, ahora multimillonarios, la verdad se vio hábil el samurai Ohtani haciendo todo para ir a por su compatriota ahora compañero, pues refuerzan el pitcheo, su majestad del beisbol siempre indispensable para tener aspiraciones reales.

Emocionan desde ya los Dodgers, quienes buscaron a la dupla japonesa, pues es un tremendo mercado en la economía y en el beisbol propiamente. Por eso los lamentos de Yankees, Gigantes, Marineros, Azulejos y demás, sin un orden de chances reales sobre Yamamoto. Se lo quedaron los azules y será un manjar verlos, ni modo, aunque no les vayas.

Tantísimos millones fueron a ambos samurai porque los derechos de transmisiones —ya no sólo de TV— vienen a ser un tremendo potenciador de las cantidades (ahora sí que) en juego.

 

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