Dos casos: B y C
Queridos lectores: que sea un 2023 lleno de grandes logros, de mucha felicidad y… por supuesto, de muy buen beisbol.Han surgido en estos días de ...
Queridos lectores: que sea un 2023
lleno de grandes logros,
de mucha felicidad y… por supuesto,
de muy buen beisbol.
Han surgido en estos días —de aparente calma— informaciones sobre dos peloteros de mucho valor como para no comentarse.
Grandes Ligas, al parecer, va por una “ola joven” de peloteros interesantes en una inercia de años recientes, aunque, como bien sabemos: los nombres de los ídolos no son inmediatos y de esa manera los veteranos le ponen mucho sabor a las expectativas con el consiguiente ruido mediático.
Un caso es el de un pelotero talentosísimo que ya fue campeón y de quien hemos platicado en este espacio superbeisbolero: Carlos Correa, aquel elegido hace unos años como el primerísimo drafteado desde su natal Puerto Rico, estaba ya casi con algo arriba de los 300 millones de dólares en la bolsa… de repente, ¡¡BOOM!!, los cuestionamientos sobre su salud y ese posible origen de esas lesiones recurrentes, al parecer incluso con una pequeña malformación ósea, probablemente complementado por jugar forzadamente con infiltraciones o —como la canción— “a puro dolor”.
Quién sabe qué artes o elementos o magia tienen esos Mets de Nueva York ahora con el multimillonario dueño Steve Cohen, pero les pasa cada cosa más “peculiar”, lo cual se renueva ahora con este drama actual: por supuesto, el propietario tiene ese enorme capital por saberlo manejar y el hecho va en como no se ha podido plenamente confirmar si Carlos Correa será un metropolitano desde 2023 y para 10, 12 o los años subsecuentes a pactar.
Cierta es la falta de una confirmación por parte o del equipo o del famoso representante Scott Boras, ya curtido en las artes de las más ríspidas negociaciones… cada día que transcurre es un frío silencio como para pensar si el fino infielder Correa podrá tener siquiera un contrato tan extenso.
Son demasiados años, si se tienen dudas de su posible rendimiento, cuando es un pelotero tan pero tan caro. Si los Mets están obrando con prudencia, será muy grato ver a este paracorto convertido en un tercera base de poder, reforzando un estelar cuadro neoyorquino de la Liga Nacional.
Igualmente, en el circuito antiguo, los Dodgers tienen lo que sería un “agradable problema”, hasta el momento de llegada de la opinión pública.
A grandes rasgos, mediante un arbitraje calificado se le redujo el castigo al lanzador Trevor Bauer y deben decidir los azules antes del 6 de enero si lo sueltan o lo mantienen como propio. Muy caro, muy polémico y la afición es probable que no tome a bien a un pelotero acusado reiteradamente por actos de violencia doméstica. Quizá tampoco le ayudó a Bauer cuestionar hasta burlonamente al establishment de MLB, lo lleva a un futuro incierto.
