Demasiada historia en juego

Quizás es una de las mejores ocasiones para decir: esta entrega de Súper Beis se escribe sin conocer el resultado en desarrollo del quinto juego de la Serie Mundial. Si es victoria para los Dodgers de Los Ángeles con la ventaja de tres juegos a uno al momento, ...

Quizás es una de las mejores ocasiones para decir: esta entrega de Súper Beis se escribe sin conocer el resultado (en desarrollo) del quinto juego de la Serie Mundial. Si es victoria para los Dodgers de Los Ángeles (con la ventaja de tres juegos a uno al momento), evidentemente, tendremos muchas evocaciones del por qué el parche del ‘34’ en la manga del jersey, con un círculo luctuoso a la memoria del gran Fernando Toro Valenzuela, habrá sido un soplido ganador desde el cielo. Sea lo que sea aquello por suceder, estos Yankees de Nueva York se complicaron en demasía con sus bates produciendo míseras 7 carreritas, siendo su ofensiva algo temible de cara a este máximo duelo en Las Mayores, donde —seamos realistas—, si le hubieran preguntado al comisionado, incluso a otros dueños de equipos, si firmaban al comienzo del calendario un “sí o sí” para una Serie Mundial LAD vs. NYY, habrían estampado la poderosa por aquello de “es por el bien del negocio” (claro que beneficia al Central Fund del próximo año) o, dicho de otra manera: “Nadie se pelea con la comida”.

Lo que son las cosas, ese corrido de bases en el 3er encuentro, cuando pusieron frito a Giancarlo Stanton en el plato, parecía uno más en el rosario de inconsistencias de los del Bronx, cercano al colapso neoyorquino.

Para un cuarto juego del morbo, no dejando de ser un “juego de eliminación” —si se permite la expresión—, más bien “para campeonato” en el caso de los Dodgers, mucho nos preguntaban ustedes, queridos amigos lectores, y la verdad que hasta con una rascada craneal respondíamos: está rarísimo que no están bateando los Yankees, vaya, el slump lo tiene uno o dos, pero, ¿ni Judge ni Stanton ni Soto? “Está verdaderamente raro”. Se desquitaron con las 11 rayitas y un héroe desconocido (historia reiterada en muchas series mundiales), como el “muchacho local” Anthony Volpe, para agregarle a la lista de cosas épicas, las cuales estamos presenciando en esta Serie tan esperada. La clave es con el pitcheo; si Aaron Boone decidió abrir el quinto encuentro con su mejor carta en la lomita como lo es Gerrit Cole, es por no “tener mañana” y, evidentemente, si esto se va a las postrimerías, en un juego de máxima definición, definitivamente debe lanzar cualquier pitcher disponible: ahí sí aplica aquello de “ya descansarás después”. Ahora, pregunta común es si esto se puede ir a los siete juegos… ¿se imaginan ustedes la expectativa? Tan sólo el probable escenario de vencer al “imperio del mal” en la total emoción ya es algo, aunque la posibilidad de ver un regreso increíble, inimaginable y, además, inédito desde las catacumbas de un 0-3 y con los visitantes triunfando en pleno diamante angelino, sería algo sencillamente DE ÉPOCA. Faltan lindas emociones en esta Serie Mundial, SIN DUDA.

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