Azul y más Azul

No estamos hablando de la “refundación” de un partido político ni mucho menos de la canción del Gallito Feliz, estamos hablando de algo más importante para estas fechas… Mientras muchas casas muestran sus fantasmagóricos adornos y varias personas preparan sus disfraces para la fiesta, el mundo del beisbol se muestra con sus mejores galas; el diamante nos puede dar un excelente encuentro por la supremacía de esta temporada, en la cual sí que hubo buen nivel de pelota.

¿Qué nos puede regalar esta Serie Mundial de 2025 a comenzar este próximo viernes a las seis p.m. del centro de México?

Por un lado, nadie puede regatear el mérito de unos Azulejos de Toronto, quienes quieren revivir aquellas glorias con Joltin’ Joe Carter y su extraordinario palazo en ese séptimo juego de una Serie en 1993, donde los pájaros azules harían una repetición única en la historia al ser una ciudad de Canadá y, por ende, la ÚNICA ocasión (repetida, pues) donde no ganaba un equipo estadunidense el campeonato de las Grandes Ligas.

Estamos hablando de 32 años después y precisamente Carter ya declaró que la actual versión de los Azulejos tiene con qué para ganar esta alta distinción por jugarse; y no le falta razón al exfigurón: tienen un line up compacto, incluso con ese peloterazo “engañoso” en el connacional, Alejandro Kirk, quien mete piernas cuando es necesario y en los senderos cualquiera de sus compañeros tiene un buen turno. En el pitcheo, por ahí ese chavalo Trey Yesavage (tiene un apellido con “sí” y “salvaje” al traducir) es un diamante ya en curso y hasta un Max Scherzer empatando el récord de Lonnie Smith de jugar Series Mundiales con CUATRO equipos distintos, una merecida distinción para clase de látigo que es el “Mad Max”, a quien esperamos sí verlo actuar…

Muy interesantes peloteros Ernie Clement, Daulton Varsho y —el otrora supersembrado en el Draft— George Springer, jugando este último con ansias de ganar todo. Canadá vibra con sus emplumados, aunque aquí viene la parte dramática para ellos.

A los Dodgers de Los Ángeles no les duele nada y hasta suena inadecuado mencionar cómo los rivales considerarían un “Ave María” el que falle su manejador Dave Roberts, en serio ni eso tiene tanto margen de falla si observamos detenidamente el fabuloso tridente de pitcheo japonés, sumado ahí nomás con Tyler Glasnow y Blake Snell, ahí el (quizás no tan) “agradable problema” para L.A. es si otra vez sus abridores se van extendidos y el relevo está un poco “oxidado”.

Si lanzarle a Will Smith, Tommy Edman, Mookie Betts era ya casi un huracán emocional, tienes también que descifrar a Freddie Freeman y nada menos que al tremendo samurai, Shohei Ohtani.

Sí pueden dar la sorpresa desde Toronto, ya saben, la localía… aunque es poco probable ante los carísimos Dodgers.