11.6

Todos queremos ver el mejor beisbol posible, aunque… ¿a qué costo?

Resulta impresionante ver las cifras del, llamemos, rebote para la industria beisbolera, en una era la cual todavía bien (¿o mal?) podemos llamar pospandemia. El gozo se fue al pozo y esa temporada de 2020 recortadísima no sólo nos trajo una superdesgastante incertidumbre previa, con un calendario tamaño muestra médica; todavía después —ya entrado 2021—, con un broncón por los sueldos y bonos con su jaloneo entre sindicato de peloteros y los 30 dueños.

Todavía en 2021 las cifras no eran así taaan alegres, por mucho que se viera como triunfo el hecho de tener la pelota como un regreso quizás antes insospechado. Aquí nos volvimos aficionados: el tener de nuevo la oportunidad de volver a ver los lances y hazañas ligamayoristas en una temporada completa ha sido una de las sensaciones más positivas en todos estos años.

Aunque la calidad tiene un precio y todos en el ecosistema de las Grandes Ligas saben cómo es costoso mantener a flote —y con alta calidad— un espectáculo así: peloteros, coaches, directivos, socios, cada uno quiere seguir cobrando su cheque con muchos ceros. Después de la etapa donde nadie quería salir de casa para arriesgarse al bicho, el beisbol debía seguir, pues el costo operativo sigue en cuanto a que, aun sin temporada, mucho personal de análisis y detección de talento debe seguir con actividad prácticamente a tope.

Aquí cabe un apunte conducente para entender diferencias: en Estados Unidos se tuvo (digamos elegantemente) otro esquema de vacunación y muchas actividades se reanudaron antes del lapso el cual pensaríamos como tal para la reapertura en nuestro país. Pasaría también la temporada 2022, ya con cambios, y no es la idea en esta entrega ahondar sobre el tema de los mismos y de si el reloj en sí, el punto neurálgico es la cifra que estamos por soltar… ¡BOOM!

Distintas fuentes manejan el numerito más feliz de Las Mayores: 11,600 millones de dólares (11.6 billion, les dicen allá) de ganancias para el año beisbolero. Mucho para comentar con esa cantidad, sobre todo el récord de aumentar 3,800 mdd en puras ventas de boletos, ¡22% arriba de lo generado en 2022! Amén de más anunciantes en distintos puntos (spots) de los parques ligamayoristas, donde los más de 70 millones de aficionados (+9.6% comparativo al 22) pudieron presenciar este gran espectáculo del diamante. Con razón MLB quiso a toda costa hacerse de las Ligas Menores para hacerse del combo completo y quizás exponenciar el producto visual, porque vaya fuerza regional se tiene ahí en las plazas, digamos, del interior del territorio estadunidense.

Sí, son cifras que de verdad alegran, el beisbol de Grandes Ligas goza de cabal salud.

La ley de derechos de autor prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Excélsior sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.