“No es la gran Copa”: Rafael Lebrija

CIUDAD DE MÉXICO.

Jugar la Copa Confederaciones contras las grandes potencias previo a un Mundial, no es señal de que se haya igualado en competitividad. Asistir a este torneo es para los directivos de la Femexfut un asunto de vida o muerte, por eso han ejercido una fuerte presión para el partido contra Estados Unidos de mañana. Hay quien piensa que no es tan necesaria.

Rafael Lebrija, quien fuera presidente de la Primera División, de 2002 a 2006, y ayudó a Alberto de la Torre en la presidencia del organismo, asegura que no deja de ser un certamen experimental. “Es un torneo importante, pero no es lo único. Lo que nos interesa es llegar al Mundial de Rusia. Ojalá ganemos el pase, pero no es tan crucial como se lo han querido hacer pensar a los aficionados”, dijo.

La Confederaciones arrancó en forma organizada en 2001 en Corea y Japón y a partir de ese momento sirvió como coctel de presentación a las Copas del Mundo. La de 2005 particularmente pasará al recuerdo de México como una de sus mejores versiones internacionales a expensas de detalles tan ilógicos como un par de separados del plantel por dopaje.

Ricardo La Volpe era el entrenador y lo recuerda con agrado. “Fue un torneo donde despertamos la imagen de México en el mundo. Más allá de lo sucedido, planteó la rampa de despegue para que nueve jugadores terminarán por irse a Europa al acabar el Mundial. Nos rozamos con equipos poderosos y les jugamos de igual a igual. Incluso recuerdo que la FIFA iba a grabar nuestros entrenamientos. Es un torneo de preparación pero del que se tiene mucha exigencia”.

Habitualmente castigada la Selección por la toma de decisiones y el cambio constante en el banquillo, los dueños han pedido que Ricardo Ferretti gane a toda costa el pase para estar en la Confederaciones.

Por supuesto que económicamente es un torneo que deja ganancias, pero tampoco de la manera en que están pretendiendo decir que se embolsarán. Para ello se necesita hacer un buen papel y si no tienes un tiempo de trabajo es muy difícil”, aseveró Lebrija.

México la ganó una vez, en 1999 en casa y cuando no estaban bien establecidos los criterios de los participantes. Después no ha tenido buen desempeño, salvo la de 2005 en la que obtuvo el cuarto sitio.

Es un torneo material, en donde se mete el dinero de por medio y las televisoras. ¡Qué bueno para el aficionado promedio que tenga más partidos!, pero no es lo que nos quieren vender como un torneo de trascendencia”, mencionó Lebrija.

A pesar de todo, los seleccionados quieren ir a la Copa Confederaciones, aunque se sufra en demasía como en la edición pasada de Brasil 2013 en que el Tri apenas  metió las manos ante equipos como Italia y Brasil.

Es un torneo que ha ganado prestigio y nos interesa mucho ir. Te enfrentas con selecciones de gran nivel y creo que nos ayudará mucho para preparar el Mundial”, aseguró Alfredo Talavera.

Como si no se fiara de lo que ha escuchado en los últimos días, Rafae Lebrija termina la conversación tajante con respecto a lo que sucedería en caso de que Méxco pierda con Estados Unidos, mañana.

No pasa nada. Si no tenemos éxito ante los estadunidenses se caerá en un análisis. No estoy diciendo que no valga la pena, hay que tomar con seriedad este partido, pero si vamos o no a Rusia para la Confederaciones, no va a afectar mayormente, es mi opinión. No faltarán los que se desgarren las vestiduras, pero la verdad es que no pasa nada fuera de lo lógico. Redunda esto en el aspecto económico nada más y si acaso un fogueo ante potencias futbolísticas, de ahí en fuera no sirve de más”.

Lebrija apuntó a que a veces, los equipos que llegan a la Copa Confederaciones tienen otro tipo de ideas en la cabeza y no siempre es un preámbulo de lo que sucederá en la Copa del Mundo.

El caso de Brasil, que aplastó a sus rivales en 2013 y cayó con estrépito en su propio Mundial, es la más clara muestra, mientras que Alemania, que no pasó por la Confederaciones, robó cámara en la justa mundialista de 2014.

La Volpe lo describe como un torneo importante para cualquier selección. De cualquier manera, “te ayuda a estar en el ojo del mundo, no enfrentas a las potencias todos los días con una copa de por medio, entonces en algo vale la pena el asistir”.