¿Cómo adoptar un colibrí en la CDMX? Esto es lo que debes saber

Los colibríes son aves endémicas de América, conocidas por su diminuto tamaño, plumaje brillante y capacidad de volar en todas direcciones. Si vives en la Ciudad de México y te preguntas cómo adoptar un colibrí, es importante saber que no se trata de convertirlos en mascotas, sino de ayudarlos a sobrevivir con bebederos y plantas adecuadas. 

Estas aves enfrentan crecientes amenazas por la degradación ambiental y la contaminación, lo que hace que su avistamiento en CDMX sea cada vez más escaso.

Para revertir esta situación, el Parque Naucalli implementa el programa “Adopta un Colibrí”, una iniciativa de conservación que busca proteger y garantizar alimento y refugio a estas aves sin necesidad de mantenerlas en cautiverio.

¿Qué es el programa Adopta un Colibrí? 

El programa Adopta un Colibrí fue creado por la cantante mezzosoprano mexicana Diana Bellini, reconocida por su trayectoria artística y su activismo en pro de la naturaleza. 

Inspirada por la fragilidad y belleza de los colibríes, Bellini diseñó un programa que permite a las personas “adoptar” un colibrí, proporcionándole alimento, agua y espacios adecuados, siguiendo las guías y recomendaciones del santuario.

Hay que señalar que el objetivo del programa es crear conciencia sobre la importancia de los colibríes en los ecosistemas, además de apoyar directamente su preservación. 

El programa Adopta un Colibrí no busca convertir a estas aves en mascotas, sino fomentar su libertad y supervivencia instalando bebederos responsables y sembrando plantas que les proporcionen alimento.

El Santuario de Colibríes en el Parque Naucalli, ubicado en Naucalpan, Estado de México, es un espacio dedicado a:

• Cuidar y proteger colibríes heridos o debilitados.
• Difundir información sobre su conservación.
• Reintegrar a los colibríes  a la naturaleza una vez rehabilitados.
• Recibir donaciones de plantas y materiales para su cuidado.

Además, esta iniciativa ofrece un Kit Colibrí, que incluye:

• Certificado de adopción.
• Guía digital para su cuidado.
• Calendario ilustrado.
• Dije de colibrí.
• Reconocimiento en las redes sociales de Adopta un Colibrí.
• Álbum mp3 con música de Diana Bellini.

El costo del kit es de 500 pesos y se puede solicitar en su cuenta oficial de Instagram.

¿Cuál es la importancia de los colibríes en México? 

En el mundo existen alrededor de 350 especies de colibríes y México alberga 59 de ellas, de las cuales 13 son endémicas. Son aves clave para la polinización, ya que al alimentarse de néctar trasladan polen de una flor a otra, favoreciendo la reproducción de numerosas especies vegetales.

Entre los colibríes más comunes en la capital mexicana destacan:

• Colibrí pico ancho
• Colibrí corona violeta
• Colibrí berilio
• Colibrí opaco
• Colibrí oreja blanca
• Colibrí garganta rubí

Estas aves tienen la capacidad de aletear hasta 80 veces por segundo y su tamaño varía entre los 5 y 12 centímetros. Además de néctar, consumen pequeños insectos, obteniendo así proteínas necesarias para su metabolismo acelerado.

Otros santuarios y refugios de colibríes en México

Además del Parque Naucalli, en el país existen otros espacios dedicados al cuidado y estudio de los colibríes, como:

1. El Santuario de Colibríes de Puebla, ubicado en San Francisco La Unión, Tlahuapan.
2. La Casa Colibrí, en el Parque Ecológico de la Ciudad de México, Tlalpan.
3. El Refugio de Colibríes de Catia Lattouf, en Polanco, CDMX, donde se rehabilitan aves que no pueden valerse por sí solas para luego reintegrarlas a su hábitat.

Aunque Naucalpan pertenece al Estado de México, su cercanía con la capital permite que los habitantes de la CDMX participen activamente en estas iniciativas y visiten el santuario con facilidad.

Cómo podemos contribuir a su conservación

Aunque los colibríes no deben considerarse mascotas, cualquier persona puede facilitar su vida si siembra plantas con flores tubulares, instala bebederos específicos y evita pesticidas en su jardín o balcón. 

El programa Adopta un Colibrí permite ayudar directamente a su conservación, garantizando su alimento y protección para que continúen cumpliendo su función como polinizadores en ecosistemas urbanos y rurales. Además, promueve la educación ambiental y el respeto por la vida silvestre.