Santa semana
Es conviene recordar aquello de: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”
- VIGA
El padre del socialismo científico, Karl Marx, escribió en 1945: “Uno debe probar en la práctica la verdad de su propio pensamiento”. La consistencia entre lo que se piensa, dice y hace es clave para distinguir la honestidad de la hipocresía, lo cual es de vital importancia en política. Por ejemplo, nuestro Presidente ha llamado hipócritas a los políticos estadunidenses cuando lamentaron el asesinato de sus connacionales en Matamoros; hipócritas a los eurodiputados cuando pidieron más protección para periodistas en México; hipócritas a quienes se opusieron a la militarización; hipócritas a los sacerdotes que han denunciado la violencia que vivimos en México; hipócrita a la NBA por su política antidrogas; hipócrita al Partido Republicano de Estados Unidos; hipócritas a los partidos opositores en México, a gobernadores, a Calderón y hasta a destacados miembros de su propio partido. Habitualmente, cuando señala hipócritas, acompaña su acusación con la frase bíblica: “Ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”. Mmm…
- PIEDRA
Si se va a acusar de hipocresía a diestra y siniestra, conviene recordar aquello de: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”, porque ejemplos de inconsistencia también son: conmoverse al recordar cuando se fue víctima de espionaje, pero cohonestar la misma práctica diciendo que ahora sólo son labores de inteligencia; tildar a Estados Unidos de intervencionista, pero injerir en asuntos internos de Perú hasta romper las relaciones diplomáticas; decir que quienes gobiernan deben usar servicios médicos públicos “para que vean lo que se siente”, pero atenderse en hospitales privados, que los nietos nazcan en clínicas privadas en Houston y que los familiares reciban medicamentos no accesibles para nadie más y atención privilegiada en el Hospital Militar; defender la soberanía nacional cuando Estados Unidos y Canadá piden consultas en el marco del T-MEC, pero expresar respeto, agradecimiento y hasta defender a Trump, quien, según ha trascendido, está contemplando combatir militarmente en México a los cárteles de la droga, en caso de llegar a ser reelecto. Otros ejemplos de hipocresía son: sostener que si ya se tiene un par de zapatos es un lujo pretender más, pero vivir en Palacio Nacional, heredar a tus familiares una finca (con lago incluido) de descanso (porque suelen vivir en mansiones, en el extranjero) y que coman en restaurantes y vistan prendas de lujo; denostar a la clase media por estar orientada a progresar en lo material llamándole “aspiracionista”, pero que tus más cercanos posean empresas millonarias y muchas propiedades; decir que es clasista preferir lo de origen extranjero, como las “tortas de Estados Unidos” (hamburguesas), a lo nacional, como las tlayudas, pero promover obstinadamente el beisbol; y un larguísimo etcétera. Marx arquearía la ceja.
- DE LOS DIEZ QUE YO TENÍA…
Dice Delfina que hay cinco cosas que debemos saber de ella, como parte de su campaña. Las primeras dos son anodinas: que ha trabajado. La tercera es que conoce desde hace tiempo al Presidente y, la cuarta, que tiene once perros y diez gatos adoptados. Ambas, irrelevantes. La quinta es que pretende combatir la corrupción. Ésta es la única que aportaría información pertinente, pero, dado que, conforme a derecho, es delincuente electoral, convicta y confesa, pues confesó haber cometido delitos de 2013 a 2015, resulta ser una inconsistencia, o sea: una hipocresía.
- GUIJARROS
A falta de dientes, el ornitorrinco mete pequeñas piedras (grava) en su saco maxilar cuando bucea por comida para poder triturarla e ingerirla.
