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Ni una menos, nunca más

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

El 8 de marzo de 1857, trabajadoras textiles salieron a las calles de Nueva York a protestar contra las condiciones laborales precarias y para proclamar el fin del trabajo infantil. Fue este evento histórico el que se utilizó de referencia para fijar el Día Internacional de la Mujer. Este suceso cobró especial relevancia cuando, el 25 de marzo de 1911, se incendió una fábrica de camisas en la misma ciudad donde laboraban 123 mujeres y sólo 23 hombres; jóvenes e infantes inmigrantes de entre 14 y 23 años.

De ahí parto para decir que la lucha por los derechos de las mujeres es la lucha social misma, como lo afirmó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Esta comparación no la hago para invisibilizar la causa ni mucho menos; esta reflexión es para señalar que el gobierno de la Cuarta Transformación tiene más similitudes con estos movimientos que, día con día, dan un paso adelante en favor de las mujeres.

En esta administración, más que nunca, las mujeres están presentes en el gobierno. No sólo tenemos un gabinete paritario —donde casi la mitad de las secretarías de Estado son lideradas por mujeres—, también tenemos mayoría de parlamentarias en el Senado de la República y ambas cámaras del Congreso de la Unión están lideradas por dos legisladoras.

Sin embargo, todavía no es suficiente. Es por ello que, de manera transversal y en coordinación con todas las demás dependencias, la Secretaría de Gobernación —encabezada por la ministra Olga Sánchez Cordero— enfoca cinco acciones principales para seguir construyendo en favor de las mujeres:

1.  Garantizar que más mujeres puedan tener empleo en igualdad de condiciones que los hombres. Una de las maneras en que se puede reflejar esto es que a todos se nos pague lo mismo por el mismo trabajo.

2.  La creación del Sistema Nacional de Cuidados para la redistribución de los servicios de cuidado en el hogar. Lo anterior para que todo el peso no recaiga en las mujeres, haciéndolas abandonar otras actividades en su detrimento laboral o personal.

3.  Gabinetes y espacios políticos paritarios. Hoy ya se tienen espacios ganados, debemos seguir apostando por ello.

4.  Servicios públicos con perspectiva de género.

5.  Seguridad y paz para las mujeres.

Todo esto para —como lo decía Nadine Gasman, presidenta del Instituto de las Mujeres— tener mujeres libres, autónomas y seguras. El continuo apoyo del Presidente a estas iniciativas ratifica su compromiso con la agenda en favor de las mujeres, como lo dijo la secretaria de Gobernación.

Siempre es importante señalar que las mujeres estuvieron presentes en las tres transformaciones anteriores y que hoy, en esta cuarta, son partícipes activas de un movimiento social al que ellas nutren con su visión y su experiencia.

El resultado de hoy es la conclusión de las luchas de mujeres que impulsaron este cambio. Es por ello que la lucha de las mujeres es la lucha por los derechos sociales de todas y todos.

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