Los gobernadores de la 4T
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Ricardo Peralta Saucedo
Aterrizar la 4T a nivel municipal y estatal debe ser uno de los grandes objetivos transexenales del proyecto de nación. La coyuntura que comenzó en el 2018, donde hay analogía en las trayectorias políticas de por lo menos cinco posibles candidatos con la del presidente Andrés Manuel López Obrador, toda proporción guardada, dan una referencia curricular de hacia dónde se deberían sumar los esfuerzos de unidad para garantizar la candidatura y, eventualmente, lograr el triunfo electoral.
Son luchadores sociales que hace 30 años, por lo menos, comenzaron a introducir desde la academia y la construcción de estructuras territoriales la idea del cambio ideológico de izquierda, en entidades federativas donde no tuvieron eco electoral en el pasado; sin embargo, hoy encuentran el tiempo perfecto entre madurez, experiencia, prestigio y arraigo local en inmejorables condiciones históricas.
Otros perfiles integran frescura y representan las nuevas generaciones que forman parte de los activos recientes del movimiento, son caras disruptivas con proyectos que integran los fundamentos morales que enaltece la 4T, acompañados de proyectos de desarrollo económico de la mano del empresariado y la sociedad.
Coinciden en su mayoría con un denominador común: son ajenos completamente a los vicios delictivos, políticos y administrativos de los gobiernos neoliberales de los que el pueblo no desea votar, según la numerología señalada en las últimas encuestas serias realizadas a nivel nacional.
El inicio de los registros comienza a mostrar las sumas y restas en los equipos de trabajo, salvo penosos casos, la parafernalia ostentosa quedó para el mal recuerdo. Hoy brilla más lo austero en consonancia lógica con el proyecto de nación, así también deberán ser las campañas y los discursos, pero por ello insisto en la enorme importancia de la personalidad de los candidatos, ésa que es innata, que por más lecciones de actuación que algunos practiquen, los evidencia.
Lograr el triunfo de la mayoría de las gubernaturas en el 2021 dará más sentido y viabilidad a las políticas implementadas a favor de la gente, se armonizará en un 80% del territorio local los beneficios que a nivel federal comienzan a dar frutos.
Aunque no existe una jerarquía legal entre Federación y gobiernos locales, la coincidencia y reconocimiento político hará fluir con mayor agilización el proyecto de nación y abrirá un camino allanado a quien suceda al titular del Ejecutivo federal actual.
Es de la mayor importancia otorgar el reconocimiento solidario a los candidatos que den certeza ganadora, sumarse de facto al movimiento revolucionario de la 4T y leer muy bien los tiempos y oportunidades. Los aliados históricos deben reconocer su realidad numérica. Los gobernadores de la 4T acompañados de un congreso federal y locales articularán un sistema infranqueable para el futuro de nuestro amado México.
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