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Las organizaciones sociales de México

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

Hubo un tiempo en México en el que estaba prohibida la coalición sindical, la organización social, la tendencia era la creación de sociedades mutualistas (ayuda mutua).

El conglomerado laboral mexicano de la mitad del siglo XIX y principio del XX se encontraba en una imposibilidad legal y política para existir institucionalmente, era una constante negativa la viabilidad de la representación democrática de los trabajadores. Así, totalmente desorganizados y sin liderazgos visibles, por lo menos públicamente, comienza en paralelo la Revolución Mexicana. Así de convulso el país, sin democracia, sin voz disidente en libertad.

Después de la primera década del siglo XX surgen los sindicatos de diversos oficios en algunos casos gremiales y algunos de empresas. Nuestra Constitución, en 1917, le da vida jurídica al sindicalismo. Comienza a nivel nacional un gran movimiento social para organizarse por actividad industrial. Previo a ello, las organizaciones se integraron por oficio.

El reconocimiento del proletariado como parte integral de la lucha social es la gran base de las organizaciones que representan diversos frentes casi en paralelo con el triunfo de la República.

La discusión en Europa sobre diversas corrientes del pensamiento político son también un parteaguas que influye notablemente en el corte socialista que se diseña en el discurso sindicalista.

Algunas de las primeras organizaciones como la Sociedad de Artesanos se funda en 1850, un apéndice del Partido Conservador. Tres años después se integra la Sociedad Particular de Socorro Mutuo, quienes proponían acabar con la esclavitud moderna.

En 1870 surge el Gran Círculo de Obreros de México, la primera central nacional de trabajadores, su política era conciliadora, la negociación de sus huelgas era llevada con prudencia y mesura.

Es larga la historia de las organizaciones sociales y el sindicalismo mexicano, el cual invito a explorar ampliamente.

Hoy, el movimiento sindical y las organizaciones sociales en México han evolucionado a pasos agigantados, sus agremiados reconocen los liderazgos, pero cada vez tienen mayor exigencia en la diversificación de sus procesos democráticos, las representaciones son múltiples y siempre son objeto de las ambiciones de todo tipo de actores políticos, por lo que representan gremialmente.

Sin embargo, el control a través de los insumos económicos y el proteccionismo han venido variando, al grado que ya no pueden continuar igual que en años pasados. La libertad en las diversas definiciones al interior de las organizaciones sociales debe garantizarse, la elección de sus dirigentes debe dar frescura a sus integrantes, el rediseño para la mejor convivencia con los entes políticos y el logro de sus objetos sociales deben ser congruentes con los tiempos del México del 2019.

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