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Gobernabilidad y gobernanza en la 4T

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

La Cuarta Transformación de México es una plataforma política que se origina por la demanda social, una exigencia nacional que nace de un estado de “shock”, es la consecuencia de un estado de ingobernabilidad. La sociedad mexicana quiere restituirse.

Un concepto de gobernabilidad es el referente al equilibrio que debe existir entre la capacidad del Estado para reaccionar de manera eficiente y perspicaz ante las peticiones de todos los grupos sociales, políticos y económicos de un país. Es el cómo.

Ahora en México se profundiza más en la gobernanza, se estudian y evalúan los impactos de las decisiones, se diseñan la políticas con base en el beneficio de la colectividad, se va por la ruta de una logística de orden en todas las aristas de la vida nacional. Es decir, la suma de la conducta que se ejecuta y sus resultados. Gobernar y gobernarse.  

La vinculación con todos los actores políticos de un país: gobiernos estatales, municipales, campesinos, obreros, sindicatos, maestros, profesionistas, empresarios, industriales, diputados, senadores, estudiantes, iglesias, artistas, instituciones públicas y privadas de todos los ramos; debe ser la más estrecha posible para lograr acuerdos y mantenerlos.

Los estrategas de cada sector buscan también alcanzar sus objetivos, pero sólo pueden lograrse cuando existe respeto a la palabra y al compromiso legal y político.

Cuando se goza de un ingrediente extraordinario como la legitimidad, hay garantía de gobernabilidad, cuando se cuenta con la mayoría del consenso en la toma de decisiones, los cuestionamientos se deben escuchar siempre, sobre todo los del disenso, eso alimenta una buena decisión, el no también construye.

La gran cualidad de un gobierno democrático que respeta las libertades es el interés de crear vínculos y armonizarlos con el ejercicio del Estado de derecho, es encontrar la justicia en cada acto y éste debe ser congruente a los postulados que fincan su propia filosofía, es decir, la 4T.

En la reconstrucción de un país hay quienes pudieran responder a fórmulas buscando el fracaso institucional, estar enfocados a romper para crear caos, buscar la inestabilidad del sistema sociopolítico; sin darse cuenta de que lo que provocan es polarización, ésta no contribuye a procesar soluciones, creen que administrar la crisis sigue siendo rentable.

Hay que construir a cada momento política, ver a la administración pública como actor para resolver conflictos de manera plural, que el orden institucional tenga capacidad de autosustentabilidad.

En materia de gobernabilidad y gobernanza en la 4T, el mensaje ha sido claro: extinguir la corrupción, fomentar la rendición de cuentas, respetar la propiedad privada, ser eficientes en el ejercicio de gobierno, el respeto al Estado de derecho, la ética, mantener y acrecentar la estabilidad política y económica, nadie puede estar en contra de eso.

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