La “cuesta” de 2025

Después de las fiestas y celebraciones de fin de año: se dice que tenemos que subir la “cuesta de enero” por haber comido y bebido de más, por habernos desvelado en exceso, y por gastar con exageración, por lo que enero representa una empinada cuesta para revertir lo perdido. Lamentablemente puedo asegurar que los mexicanos tendremos una “cuesta” que durará todo el año y muchos más. Es nuestra responsabilidad conocer bien lo que ocurrió y lo que afecta nuestras vidas, dimensionar las consecuencias de las decisiones gubernamentales, denunciar por todos los medios las maniobras fraudulentas, violaciones a las leyes, y hacer valer nuestros derechos, conseguidos después de muchos esfuerzos

Millones de mexicanos hemos brindado para que 2025 sea un año mejor, y después de esos brindis es urgente volver a la realidad y enfrentar todo lo que ha ocurrido y todo lo que puede ocurrir. Hoy más que nunca, frente a la violación reiterada de la inteligencia, la razón, los derechos humanos y la lógica, los ciudadanos libres tenemos una misión de vida o muerte.

Y no exagero. Después de leer La bailarina de Auschwitz y recordar hasta dónde puede llegar la maldad humana, es preciso que comparemos el México de 2010 o 2015 con el México de hoy; en tan sólo seis años se cambió el país y somos víctimas de una dictadura que no se atreve a decir su nombre.

Para lograrlo, la mente siniestra de un individuo ignorante, resentido, mentiroso y corrupto inició desde su tribuna una agresión diaria y sostenida contra los principios y valores que han regido nuestras vidas, agredió y ofendió sin parar a hombres y mujeres que nos atrevimos a denunciar sus tropelías, y luego arremetió contra las instituciones autónomas que fueron creadas para equilibrar los poderes políticos. Finalmente, destruyó y aniquiló a los organismos que permitían conocer los objetivos, acciones y resultados de la gobernanza, con lo que los ciudadanos quedamos huérfanos, huérfanos de leyes, huérfanos de información: huérfanos de defensa alguna.

Hoy podemos ser apresados, y no tenemos derechos; podemos perder nuestro patrimonio sin que nadie pueda defendernos; podemos morir a manos de delincuentes o de policías y no pasará nada. La siniestra afirmación abrazos, no balazos, “los delincuentes son buenas personas”, “los voy a acusar con sus mamás” confirmó, desde entonces, la íntima y ya añeja relación de amistad y de dinero entre los delincuentes y la Presidencia… y sigue hasta hoy, porque a través de Adán Augusto López, recién ordenó rechazar la estrategia de Omar García Harfuch y privilegiar abrazos, no balazos.

De ahí que debemos impugnar todo lo que ocurre en las “mañaneras del pueblo”, el cúmulo de mentiras que ocultan la incapacidad de la (vice) Presidenta para mandar. Debemos denunciar los cientos, miles de mensajes mentirosos que hablan de los triunfos del “segundo piso”, con voceros de la 4T (semejantes a Goebbels, vocero de Hitler). Debemos denunciar a funcionarios corruptos que han sido acogidos por la (vice) Presidenta, como el exgobernador de Veracruz y el exdirector de Pemex. Debemos alzar la voz, porque no somos ciudadanos de segunda, no somos “pueblo” (entendido como una masa informe y obediente), somos ciudadanos con derechos que ningún gobierno puede conculcar.

Y ahora, el gobierno vuelve los ojos a los indígenas y consagra a cuatro mujeres: Flor Blanca, mexica; Tz’ak-b’u Aha, Maya; Xiuhtzatzin, Tolteca, y Señora 36 mono, mixteca, para honrarlas, cuando sabemos que gracias a la Cuatroté aumentó la pobreza en esas etnias.

Tenemos por delante un gran trabajo, y digo tenemos porque todos los mexicanos, sin excepción, debemos alzar la voz de una u otra manera para que se sepa que no aceptaremos ser ciudadanos de segunda, usted, estimado lector, reflexione y decídase a participar, con su familia, en un grupo, con sus amigos, con un grupo político, en los medios, prensa, radio, televisión, las redes sociales, en manifestaciones de todo tipo, mítines, conferencias, filmaciones, videos, etcétera. México es nuestro y no dejaremos que lo roben los verdugos de la libertad.

Unidos podremos superar la “cuesta” de 2025.