Focus (IX): autodisciplina

• La autodisciplina se trata del cuidado de uno mismo, del amor que nos damos, del tiempo que nos dedicamos, de sabernos reconfortar, celebrar los triunfos

La mitad de la vida es suerte; la otra, disciplina, y ésta

es decisoria, ya que, sin disciplina, no se sabría por

dónde empezar con la suerte.

Carl Zuckmayer

La psicología define la autodisciplina como la capacidad que tienen las personas para ejecutar tareas o acciones determinadas por sí solas. También se dice que es el sustituto de la motivación empleada para mejorar el curso de la vida. La autodisciplina nos permite formarnos en los hábitos que nos hacen bien y nos permiten mantenernos enfocados en todo aquello que es necesario y debe atenderse en nuestra vida.

Daniel Goleman señala que existen tres áreas de nuestra vida en las que debemos enfocarnos con el fin de alcanzar nuestro máximo potencial y vivir la vida que queremos, éstas son: el mundo externo, el mundo interno y el mundo de los demás.

El focus interno nos ayuda a conectar con nuestras intuiciones y los valores que nos guían, favoreciendo el proceso de toma de decisiones; el focus externo nos permite navegar por el mundo que nos rodea y el focus en los demás nos permite mejorar la comunicación y comprensión con nuestras relaciones más cercanas.

Se necesita un equilibrio entre los tres, sin embargo, el más importante siempre será el focus interno, el cuidado y atención que tengamos con nosotros mismos.

La autodisciplina está íntimamente ligada con el focus interno, es la fórmula que nos permite que podamos dirigir de manera coherente nuestra vida, esto significa que esté perfectamente alineada a nuestra esencia, a nuestros pensamientos, sentimientos, razonamientos, toma de decisiones y acciones al respecto de lo que queremos para nosotros mismos y nuestra vida.

Créame, la motivación, la pasión, incluso el fundamento de una meta o las dificultades que se presen-

ten en la persecución de nuestros objetivos pueden siempre peligrar si no tenemos una autodisciplina férrea que nos permita mantenernos de forma tenaz y constante con la mira en aquello que deseamos, necesitamos o queremos. La realidad está en cambio permanente y necesitamos tener la autodisciplina necesaria para poder flexibilizar nuestras apuestas frente a la vida. Porque no siempre va a ser como lo pensamos, hay que dejarnos sorprender y apreciar las oportunidades que se presenten. Además... le diré algo, la autodisciplina resulta apasionante con el tiempo, una vez que la respetamos y tenemos el valor necesario para ceñirnos a ella, se convierte en ese lugar que nos obliga a estar presente en nosotros mismos, en el autocuidado y bienestar que nos debemos y que siempre necesitamos, son esos momentos maravillosos que nos permiten reconectar, reinventar y reubicarnos en nuestra propia existencia.

Por eso hoy le invito a tomar en cuenta estos tres focus, pero, sobre todo, a trabajar en la autodisciplina que le permita estar en contacto consigo mismo y con ese enfoque en las personas y los asuntos que son realmente importantes para su vida y su felicidad.

Créame, la autodisciplina es esa especie de autocontrol que nos pone por delante, que nos exige mantenernos a flote, que nos enseña a reflexionar y a organizar las ideas que nos permitan expresarnos mejor, y nos forma especialmente en algo que para mí es fundamental... nombrar nuestras emociones y racionalizar aquello que sentimos. Al final, siempre seremos el resultado de lo que elegimos y las emociones tienen un papel fundamental en la toma de esas decisiones sobre nuestra vida, si no sabemos nombrarlas, no podemos canalizarlas y mucho menos elegir qué hacer con ellas. Son las emociones que no se saben nombrar las que enturbian el pensamiento, alteran el temperamento y agrian el carácter.

Poner nuestro focus en el interior y exigirnos esa autodisciplina siempre favorecerá la capacidad que tenemos de mejorar como persona y ayudar a que nuestro entorno sea mejor. La autodisciplina no tiene nada que ver con la tortura que muchos creen ni significa que nos volvamos inflexibles, perfeccionistas o necios, no. La autodisciplina se trata del cuidado de uno mismo, del amor que nos damos, del tiempo que nos dedicamos, de sabernos reconfortar, celebrar los triunfos. La autodisciplina son las prioridades, son los límites que imponemos a nuestra dignidad, los valores y los principios que nos guían. Le aseguro que todos los procesos de valor y de toma de decisiones en su vida se agilizan si tiene la capacidad de respetarla.

Recuerde que lo más importante siempre será que se conozca, que sepa qué es aquello que le hace bien y que lo integre a su vida. El cerebro necesita sólo 21 días para hacer consciente un cambio, lo convierta en aprendizaje y, finalmente, lo almacene como un hábito. Así funciona también la autodisciplina, usted se encuentra a sólo 21 días de poder hacer una transformación completa en su forma de vivir y vivirse... y su vida merece todo lo mejor que pueda ser y todo lo mejor que usted pueda darle.

Como siempre, usted elige.

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