Declaraciones II. Ibrat
El significado es lo que motiva el cambio, es el valor que le damos a lo vivido.
Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar.
Bertrand Russell
Ibrat significa, en urdo, la lección aprendida tras un suceso en nuestra vida; en árabe la misma palabra significa consejo. Y qué importante resulta elegir aprender de una lección producto de aquello que nos sucede, sin importar su naturaleza, porque si bien solemos enfocarnos más en aquellas lecciones aprendidas en la dificultad, cuanto más habría que hacerlo en los momentos en que las circunstancias se alinean a lo deseado.
Minimizamos la felicidad, y magnificamos la dificultad, mal pronóstico en la balanza de la vida cuando se quiere ser feliz, de ahí la imperiosa necesidad, necedad e insistencia de serlo, de ahí la bravura con la que se busca y la inmediatez con que se disfruta. Lo cierto es que, agradeciendo y aprendiendo lo que se siente, se reflexiona y se vive siendo feliz. Poco arsenal más necesitaríamos para paliar las circunstancias complicadas de nuestra existencia. Sin embargo, para algunos, es mayor maestro la herida, el mal momento, el mal recuerdo y la mala experiencia y es así como inclinan su balanza y, con ella, la tendencia de sus pensamientos, de sus elecciones, de sus sentimientos y de sus actos.
Y lo peor no es que se aprenda desde el dolor, no, lo peor es que quien aprende desde ahí también se vuelve presa fácil del miedo, de la incertidumbre, de la desconfianza; así se construyen las corazas, los límites, las apatías, los traumas, las víctimas y los necios. Muy diferente se mira la vida desde el otro lado de la balanza porque quien vive desde el acopio del agradecimiento y la felicidad, vive también del lado de la libertad, del perdón, que no del olvido… pero sí y siempre del lado del aprendizaje, de la lección bien aprendida. Para estos últimos, no es que la vida les haya dado licencia frente a momentos difíciles, dolorosos e incluso agonizantes, no, lo que sí marca la diferencia de unos y de otros es la lección con la que elegimos quedarnos y a favor de quién elegimos esa lección, de uno mismo o de los demás, del momento, de la circunstancia o de la cosa. Es el significado que le damos más allá de lo sucedido, más allá de la circunstancia, de los involucrados y de uno mismo, el significado es lo que motiva el cambio, es el valor que le damos a lo vivido y es finalmente en lo que se resume esa lección, esa que ha de sumar a nuestra evolución o involución, la que nos libere o nos condene, la que nos impulse o nos paralice.
Créame, las mejores lecciones que se pueden aprender en la vida son las que nos ponen a favor de ella. Las que nos conceden el aprendizaje necesario, la seguridad, la confianza y la valentía para seguir adelante. Ésas, que nos conceden también la libertad de elegir y, sobre todo, la libertad de declarar que tenemos la capacidad para modificar nuestra realidad, comprometernos y asumir el poder, la autoridad y el ejercicio de nuestras decisiones. Las declaraciones son esa fuerza interior que nos permite reprogramar nuestro pensamiento, es ese ímpetu con el que desafiamos las circunstancias de lo que nos sucede y elegimos nuestro siguiente paso. Es la actitud con la que elegimos abrazar la experiencia y hacernos cargo de ella.
Así, la próxima vez que tenga de frente una circunstancia de la naturaleza que sea y requiera de usted una elección, piense en la palabra ibrat, elija comprender el significado y aprender la lección y elija con ella de qué lado de la balanza ha de colocar ese aprendizaje, qué es lo que desea acumular, en quién desea convertirse después de esa elección y declárese a favor de ésta. Las circunstancias no tienen el poder de determinar nuestra vida, lo que hacemos con ellas sí. Por más doloroso que haya sido, no ceda ante la dificultad, no permita que esto lo tiña, lo empañe, aprenda, honre la vida que tiene y siga adelante. Lo único que puede cambiar el pasado es el presente y este presente, el futuro, no camine los mismos senderos… el aprendizaje es lo que le permite abrir nuevas rutas, descubrir nuevos horizontes, mirar de otra manera el cielo y respirar nuevos aires, no tema la circunstancia mejor comprenda de qué le está liberando… como siempre, usted elije.
¡Felices declaraciones, felices vidas!
