Al rojo vivo
Losviolentosacontecimientos quesucedensemanaa semana dejansin habla al país, son el resultado deunaclara impunidad.
Más allá de poder ir paliando problema a problema los existentes, se suman día a día nuevos y en todos los frentes, ciudadanos, funcionarios, medios y, en todos los temas, ecológico, económico, social y político. Al presidente López Obrador no le dan tregua los conflictos en el país, pero tampoco en su discurso parece afrontarlos. Son tres años y meses en que esta administración está al frente del país y ya no le da más culpar al pasado, sino enfrentarlos en el presente con la personalidad del Estado.
Los abusos de poder, corrupción y violencia generan una peligrosa cadena de “malestar” entre ciudadanos. Los violentos acontecimientos que suceden semana a semana dejan sin habla al país, son el resultado de una clara impunidad que reina, atemoriza y polariza a los mexicanos. El asesinato del alcalde de Aguililla confirma que no se ha avanzado un ápice en seguridad. Sarabia, Zacatecas, vive un episodio que bien hubiera escrito Epigmenio en sus series narcoinspiradoras para jóvenes mexicanos, una pesadilla que irrumpía el sueño de los habitantes de muchos estados, en Sarabia se hizo realidad, nunca imaginaron huir de sus casas y, mucho menos, regresar y encontrarlas saqueadas y mancillada, no sólo las robaron como animales de rapiña, mostraron el odio defecando dentro de ellas, mientras que a la pregunta expresa de ¿hasta cuándo, señor gobernador?, David Monreal contesta que “eso ni Obama lo sabe”, una más de que a la descomposición social se suma la descomposición de políticos que gobiernan, de aquellos que juraron servir a la gente y que hoy se suman a los ciudadanos desde su indefensión.
Esta violencia, que parece catarsis de tanto escuchar que somos enemigos, también se dio en un ambiente que hasta el sábado pasado había sido especialmente familiar, en el estadio de Querétaro, asesinos sin escrúpulos y llenos de coraje con palos, tubos y piedras, cobardemente llegaron hasta la zona asignada a aficionados del equipo visitante, sin que ninguna autoridad pudiera evitarlo, a golpear hasta casi matar a los aficionados de los contrarios, mujeres y niños eran resguardados para evitar que salieran lastimados. Nos preguntamos, ¿por qué les fue abierta la puerta por parte de un elemento de seguridad privada contratada por el estadio? Se creería que no pudieron evitarlo si no se hubiera difundido la imagen de un policía que, sin asombro alguno, abre la reja y les da paso y la espalda y toma su celular con toda calma. Insuficientes, ineptos, negligentes o cómplices, eso no importa, lo que importa es que lo sucedido en un espacio de recreación, deporte y convivencia en donde casi matan a dos personas y más de una treintena resultó gravemente herida. Las imágenes aterradoras de los cuerpos que fueron vistos por los niños en llanto pueden ser el preludio de lo que pudiera ocurrir en las calles si siguen las políticas que se niegan a poner orden y a aplicar la ley, si continua esta impunidad en todos los niveles y si las fuerzas de seguridad del Estado permanecen inertes ante tanta violencia, no habrá oportunidad de revertir a futuro la falta de gobernabilidad.
DE IMAGINARIA
Elevar el nivel de los cárteles mexicanos de la misma manera en que se consideran grupos terroristas es una alerta de que EU tomará medidas contra México para evitar dejar sus fronteras a merced de criminales. El informe de autoridades de seguridad e inteligencia de EU sobre el incremento de poder de los cárteles, y su involucramiento en la vida pública de nuestro país, tendrá que obligar al gobierno mexicano a cambiar su estrategia en seguridad y empezar a dar resultados, de lo contrario, harán sentir su preocupación con políticas exteriores más severas.
