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Atrapados: una historia verdadera

La Crítica

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El director danés Thomas Vinterberg se ganó el respeto de la audiencia y la crítica cinematográfica al estrenar, en ciertos circuitos, Festen: la celebración, en 1998; Cuando un hombre vuelve a casa, del 2007; Submarino, del 2010, y La caza, en 2012. Lo que tienen en común estos y otros de sus filmes es que son perturbadores y lanzan preguntas que ponen en una encrucijada a todo aquel que desee entrarle a su cine.

Este realizador de 50 años, quien a mediados de los 90 del siglo pasado creó el movimiento Dogma 95 junto a Lars von Trier —que buscaba regresar al cine más puro, con reglas y en donde el presupuesto no fuera ningún impedimento para contar una buena historia—, se embarcó en una producción histórica al retomar el caso de los marineros rusos que quedaron atrapados en el 2000 en el submarino Kursk tras una explosión.

La historia, basada en hechos reales y que dejaron en claro que las diferencias políticas entre los países son más fuertes que la vida de los humanos, se tradujo en una propuesta fílmica tibia que pudo haber sido más dramática e impactante visualmente. Todo indica que algo pasó en el camino de Vinterberg que hizo que este filme no forme parte de esas historias que se quedan clavadas en la mente y que no te sueltan fácilmente. Como dato curioso, el único mexicano que fue parte de esta producción fue Chris Pascal, bisnieto de la finada actriz Magda Guzmán.

 

Lucero Calderón

 

ELENCO: Matthias Schoenaerts, Colin Firth y Léa Seydoux.

DIRECCIÓN: Thomas Vinterberg.

 

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